El submarino, conocido como “Simbad”, es parte de una flota que realiza recorridos turísticos en la famosa zona de Hurghada, conocida por sus playas paradisíacas y los impresionantes arrecifes de coral. A bordo viajaban aproximadamente 45 personas, de las cuales se confirma que cuatro eran turistas rusos, incluyendo dos menores de edad, mientras que la nacionalidad de la sexta víctima aún no ha sido determinada, aunque se sospecha que podría ser parte de la tripulación.
El submarino forma parte de un selecto grupo de 14 submarinos recreativos reales en el mundo. La compañía dueña de la embarcación, con más de 10 años de experiencia en la región, ofrece a los turistas la oportunidad de sumergirse a unos 25 metros de profundidad para explorar el ecosistema marino y los arrecifes de coral que caracterizan la zona.
Hasta el momento, las causas del hundimiento siguen siendo un misterio. Las autoridades rusas y egipcias no han proporcionado detalles definitivos sobre lo ocurrido, y las investigaciones continúan. En un comunicado, la Embajada de Rusia en Egipto confirmó la muerte de al menos cuatro ciudadanos rusos y expresó que los equipos de emergencia habían logrado rescatar a 39 personas con vida.
Este incidente no es aislado. En noviembre del año pasado, otro barco turístico en el Mar Rojo se hundió, dejando un saldo trágico de 11 muertos y 35 sobrevivientes, lo que subraya los peligros a los que están expuestos los turistas en esta región, a pesar de los esfuerzos por mantener la seguridad en las excursiones.
A medida que las investigaciones avanzan, las autoridades locales y la compañía Sindbad Submarines trabajan para esclarecer las causas exactas del hundimiento, mientras el mundo observa con preocupación la tragedia que ha marcado a Hurghada.