El anuncio de la cancelación fue realizado poco antes de la llegada del mandatario israelí a la residencia oficial, según reportó la cadena CNN. En su lugar, ambos líderes se encuentran reunidos en la Oficina Oval, donde se espera que respondan a preguntas de un pequeño grupo de periodistas.
Fuentes citadas por medios estadounidenses indicaron que la reunión privada con Netanyahu y una recepción previa de Trump al equipo de béisbol Los Angeles Dodgers en la Sala Este de la Casa Blanca habrían influido en la decisión de suspender el acto público.
Se desconoce si la Casa Blanca reprogramará la rueda de prensa o si se emitirá una declaración conjunta tras el encuentro.
El encuentro entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu fue anunciado en Washington como continuación de la gira del primer ministro de Israel por países que no reconocen la autoridad de la CPI. Sin embargo, la más reciente actualización indica que la rueda de prensa, prevista para las 13:00 horas, ya no tendrá lugar, según informó la Casa Blanca a través de un comunicado.
Aunque la situación con la CPI estaba incluida en el temario, según comunicó el gobierno israelí el sábado, los temas centrales del diálogo son la guerra en Gaza, el aumento de aranceles estadounidenses a productos israelíes —que subieron un 17%— y las tensiones regionales con Irán y Turquía. Netanyahu ya se había reunido el domingo con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, para abordar los temas económicos.
Esta es la segunda visita de Estado consecutiva en la que Netanyahu se reúne con líderes que rechazan la legitimidad del tribunal de La Haya. La semana pasada, el mandatario israelí visitó Hungría, donde fue recibido por Viktor Orbán, luego de que Budapest anunciara su salida simbólica de la CPI para facilitar la visita.
La Corte Penal Internacional sostiene que existen fundamentos para responsabilizar a Netanyahu por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en la Franja de Gaza. A principios de abril, Estados Unidos incrementó su presencia militar en Medio Oriente, desplegando aviones de combate para reforzar sus unidades navales, en medio de crecientes tensiones con Irán, señalado por Israel como el principal patrocinador de grupos radicales como Hamás y Hezbolá.
También preocupa a Tel Aviv la influencia de Turquía en Siria. El gobierno israelí ha lanzado ataques en Damasco y advirtió sobre posibles represalias si considera que su seguridad nacional está en riesgo.