En conferencia matutina y a través de redes sociales, la mandataria expresó su pesar por el fallecimiento del pontífice argentino y envió un mensaje de solidaridad a las y los católicos del país, reconociendo el legado espiritual y social del líder de la Iglesia católica.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su pesar por el fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido este lunes en el Vaticano, y extendió su solidaridad a los católicos del país, destacando el legado del pontífice argentino como un líder cercano a los pobres y comprometido con la paz y la justicia social.
“Antes de iniciar, por supuesto, nuestro pesar por el fallecimiento del Papa Francisco, nuestro abrazo a todos los católicos de México, pero también a los no católicos. El Papa Francisco fue un humanista, un hombre que estuvo cerca siempre del más humilde, de los pobres, todavía el día de ayer su mensaje fue por la paz, así que es una pérdida dolorosa. Que en paz descanse, nuestro abrazo y cariño a todo el mundo y en particular a las y los católicos de México”, expresó la mandataria al inicio de su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
A través de sus redes sociales, Sheinbaum también publicó un mensaje con palabras emotivas sobre el pontífice, quien falleció a los 88 años tras una recaída en su estado de salud:
“Muere el Papa Francisco. Un humanista que optó por los pobres, la paz y la igualdad. Deja un gran legado de verdadero amor al prójimo. Para los católicos y los que no lo son, es una gran pérdida. Haberlo conocido fue un gran honor y privilegio. Descanse en paz”, escribió la presidenta en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, falleció apenas un día después de pronunciar su último mensaje público con motivo de la celebración de la Pascua. Desde la Plaza de San Pedro, frente a más de 50 mil fieles, ofreció un emotivo llamado a la paz global. En su discurso, el pontífice denunció las guerras en curso en Gaza, Ucrania, Sudán, Myanmar y Yemen, pidió el cese al fuego y exhortó a liberar a los rehenes. Su último llamado también incluyó una fuerte crítica a la carrera armamentista y a las violencias que viven los migrantes, las mujeres y los niños.
“¡Cristo ha resucitado!”, exclamó el Papa en su mensaje, en el que también condenó la violencia doméstica, el desprecio a los más débiles y la represión a la libertad de pensamiento. “La paz no es posible sin un verdadero desarme”, afirmó, mientras hacía votos por la reconciliación en Tierra Santa, el Cáucaso Meridional, los Balcanes, África y América Latina.
El Papa fue hospitalizado en múltiples ocasiones durante el último año, pero se mantenía activo en sus labores hasta el final. Su última homilía pascual —celebrada conjuntamente con las iglesias ortodoxas, un hecho inusual por coincidir ambas fechas litúrgicas este 2025— fue considerada por muchos como su testamento espiritual: un mensaje centrado en la esperanza, la dignidad humana y la paz universal.
En la madrugada, líderes religiosos, políticos y ciudadanos comenzaron a rendir homenajes al pontífice. La Conferencia del Episcopado Mexicano convocó a una jornada nacional de oración y destacó el cariño del pueblo mexicano hacia Francisco, quien visitó el país en 2016.
La presidenta Sheinbaum, quien ya había tenido encuentros con el Papa durante su gestión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, lo definió como “una figura universal del amor al prójimo y la justicia”.
El cuerpo del Papa será velado en la Basílica de San Pedro, donde se espera una ceremonia multitudinaria encabezada por cardenales y líderes del mundo. Su legado, en palabras de Sheinbaum, “trasciende credos y fronteras”.