
“Tras más de 10,000 años de ausencia, nuestro equipo se enorgullece de devolver al lobo terrible al lugar que le corresponde en el ecosistema”, informó Colossal en un comunicado. Gracias a innovaciones en ciencia, tecnología y conservación, la compañía estadounidense concretó el resurgimiento de una especie a partir de una población históricamente nula.
El lobo terrible (conocido por muchos como dire wolf, en inglés) fue uno de los depredadores dominantes del Pleistoceno. A pesar de su parecido visual con el lobo gris y el chacal, tenía un linaje genético único. No existen evidencias de que haya cruzado con otros cánidos, lo que reafirma su identidad evolutiva diferenciada.
El regreso del lobo huargo no sólo representa un logro técnico, sino también un compromiso con la ética en la ciencia. “Colossal se compromete al 100 % con la transparencia, sin comprometer la integridad, la salud, el bienestar ni la seguridad de ninguna especie”, añadió la empresa, que ahora permite seguir el desarrollo de la camada 0001 a través de un rastreador interactivo en tiempo real.
Las etapas de desarrollo del lobo terrible
Desde su nacimiento hasta la adultez, la camada de lobos terribles pasa por diversas fases: Neonatal (0-2 semanas): nacen ciegos, sordos y con poco olfato, alimentándose de cuatro a cinco veces al día. Transicional (2-4 semanas): abren los ojos (azules entre los días 11 y 15), comienzan a caminar, gruñir y masticar. Socialización (3-12 semanas): mejoran su audición, inician el destete. Categoría (3-6 meses): experimentan un rápido crecimiento y se unen a los viajes de caza. Adolescencia (6-18 meses): ya pueden viajar en manada, termina el crecimiento esquelético. Adultez (18+ meses): completan su desarrollo con altas habilidades cognitivas y de resolución de problemas.

Un depredador que vuelve a América
Los restos fósiles del lobo terrible han sido encontrados en diversas regiones de América, desde Canadá hasta Venezuela. Esta amplia distribución ofreció a Colossal el material genético necesario para su reconstrucción. La especie había desaparecido desde hace más de 10 mil años, cuando se extinguió junto a otros grandes mamíferos del Pleistoceno.
Con este proyecto, Colossal Biosciences abre un nuevo capítulo en la historia de la conservación biológica y la desextinción de especies, con implicaciones éticas, ecológicas y científicas de gran alcance.