La IA podría generar 4,8 billones de dólares, pero su concentración amenaza la equidad global, alerta la ONU

La IA podría generar 4,8 billones de dólares, pero su concentración amenaza la equidad global, alerta la ONU

La inteligencia artificial (IA) se perfila como una de las tecnologías más transformadoras del siglo XXI, con un mercado que podría alcanzar los 4,8 billones de dólares para 2033. Sin embargo, su desarrollo está generando nuevas desigualdades globales, concentrando los beneficios en unas pocas economías avanzadas. Un reciente informe de la ONU Comercio y Desarrollo alerta sobre los riesgos de esta concentración de poder tecnológico y llama a una acción inmediata para garantizar que la IA impulse un crecimiento inclusivo y beneficie a todos los países, especialmente aquellos en desarrollo.

La inteligencia artificial (IA) está cambiando las economías globales, pero también presenta riesgos significativos de desigualdad. Según el Informe sobre Tecnología e Innovación 2025 de la ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD), se prevé que el mercado de la IA alcance un valor de 4,8 billones de dólares en 2033, aproximadamente el tamaño de la economía alemana. Sin embargo, los beneficios de la IA están concentrados en unas pocas economías, lo que pone en peligro la equidad global.

Desafíos laborales y la necesidad de políticas proactivas

El impacto de la IA en los empleos es uno de los puntos más críticos del informe. Se estima que hasta el 40% de los empleos en todo el mundo podrían verse afectados por la automatización impulsada por la IA. Si bien esta transformación podría aumentar la productividad, también se teme que genere una desigualdad aún mayor. Los beneficios de la automatización tienden a favorecer al capital, mientras que la mano de obra podría verse desplazada. Es por ello que el informe subraya la necesidad de políticas laborales que fomenten el reciclaje de habilidades y la adaptación de los trabajadores a los cambios impulsados por la IA.

Desigualdad global en el acceso a la IA

El informe de UNCTAD también alerta sobre la concentración de las inversiones en infraestructura de IA. Solo un puñado de empresas, principalmente en EE.UU. y China, dominan el mercado global, representando el 40% del gasto en investigación y desarrollo (I+D). Además, la IA está dando forma a las estrategias nacionales de desarrollo, pero muchos países en desarrollo, especialmente en el Sur Global, carecen de acceso a la infraestructura y las capacidades necesarias para aprovechar el potencial de esta tecnología.

Gobernanza mundial de la IA: un desafío de inclusión

Un aspecto crítico que resalta el informe es la falta de representación de 118 países en los debates clave sobre la gobernanza de la IA. Estos países, en su mayoría del Sur Global, están ausentes en la toma de decisiones sobre la regulación y los marcos éticos de la IA. Según Rebeca Grynspan, Secretaria General de UNCTAD, es fundamental cambiar el enfoque de la tecnología a las personas, promoviendo una cooperación internacional que favorezca una gobernanza inclusiva y priorice la equidad en el desarrollo de la IA.

Recomendaciones para un desarrollo inclusivo de la IA

El informe de UNCTAD ofrece varias recomendaciones clave para asegurar que los beneficios de la IA sean compartidos de manera equitativa:

  1. Compromiso de la industria: Establecer mecanismos de divulgación pública similares a los marcos de gobernanza ambiental y social para mejorar la rendición de cuentas.

  2. Infraestructura compartida: Crear una infraestructura global compartida que proporcione acceso equitativo a los recursos de IA.

  3. Innovación abierta: Fomentar la innovación inclusiva mediante el uso de modelos de datos abiertos y código abierto, lo que democratiza el conocimiento y los recursos.

  4. Desarrollo de capacidades: Impulsar la cooperación Sur-Sur para fortalecer la capacidad de los países en desarrollo de aprovechar los beneficios de la IA.

El momento de actuar

El informe concluye que la IA puede ser un catalizador del progreso y la prosperidad compartida, pero solo si los países adoptan políticas proactivas que prioricen la equidad. Es esencial que las naciones configuren activamente su trayectoria en el desarrollo de la IA para garantizar que no se amplíen las desigualdades existentes, sino que se promueva un crecimiento inclusivo. El momento de actuar es ahora, con inversiones estratégicas, gobernanza inclusiva y cooperación internacional para asegurar que los beneficios de la IA lleguen a todos.