Stellantis, una de las principales armadoras de vehículos en el mundo, anunció la suspensión de sus operaciones en México tras la imposición de nuevos aranceles al sector automotriz en Estados Unidos. La medida, que también impactará su planta en Canadá, podría afectar las cadenas de suministro y el costo de los vehículos, en un contexto de incertidumbre para la industria.
La armadora de vehículos Stellantis anunció la suspensión de sus operaciones en México tras la imposición de nuevos aranceles al sector automotriz en Estados Unidos. La decisión también impactará la planta de Windsor, Ontario, donde cesará actividades durante dos semanas a partir del lunes 7 de abril.
El propietario de las marcas Jeep y Ram no precisó la duración de la interrupción en México, pero informó que el cierre en Canadá afectará a unos 4,500 empleados, según comunicó al sindicato Unifor, que representa a los trabajadores de la planta.
En un comunicado, Stellantis expresó su compromiso con la recuperación de su negocio en Norteamérica, destacando que las marcas Jeep y Ram lograron su mejor mes de ventas minoristas del año en marzo. Sin embargo, reconoció que la entrada en vigor de los nuevos aranceles exigirá «resiliencia y disciplina» para afrontar los desafíos del mercado.
«Nos adaptaremos rápidamente a estos cambios de política y protegeremos a nuestra empresa, mantendremos nuestra ventaja competitiva y seguiremos ofreciendo excelentes productos a nuestros clientes», señaló la compañía.
Stellantis también anunció que está evaluando los efectos de estos aranceles en el mediano y largo plazo, pero como medida inmediata suspenderá temporalmente la producción en algunas de sus plantas de ensamblaje en Canadá y México. Además, la decisión afectará a empleados en instalaciones de tren motriz y estampado en Estados Unidos.
«Seguimos evaluando los efectos a mediano y largo plazo de estos aranceles en nuestras operaciones, pero también hemos decidido tomar algunas medidas inmediatas, incluyendo la suspensión temporal de la producción en algunas de nuestras plantas de ensamblaje de Canadá y México», aseguró la empresa.
Además, reiteró su compromiso con empleados, sindicatos, proveedores y distribuidores en EU, Canadá y México, asegurando que tomará decisiones responsables para minimizar el impacto de la situación.
Finalmente, Stellantis prometió mantener informados a sus empleados a través de actualizaciones en su plataforma interna The Hub, conforme evolucione el panorama comercial.
De acuerdo con Bloomberg, los nuevos gravámenes podrían «trastornar» las cadenas de suministro e incrementar el costo de los vehículos. Este miércoles, las acciones de Stellantis en EU registraron una caída del 2.2% previo a la apertura de los mercados en Nueva York.
