El Community Manager de EstadoRed expone las dificultades que ha enfrentado al desempeñar esta labor en el mercado laboral mexicano: precariedad, sobre exigencia, explotación, subestimación, alta rotación, y otros problemas que escapan de la vista de la STPS.
Durante las últimas dos décadas ha proliferado en el entorno laboral esta profesión que durante el Siglo XX, no solo no existía, sino que no tiene un antecesor cercano.
Este profesional se dedica a gestionar toda la parte externa de la identidad de una marca en el entono digital y eso implica habilidades multidisciplinarias en un medio cambiante e impredecible, pues las plataformas digitales desde su surgimiento atraviesan un proceso complejo y volátil de transformación.
Para cuando el Community Manager (CM) adquiere un nivel especializado de conocimientos en comunicación digital, ya requiere actualizarse y cuando termina de actualizarse, los conocimientos que recién adquirió ya casi son obsoletos, un torbellino que ha mantenido su ritmo y velocidad casi por dos décadas.
Sin embargo, el CM no solo requiere de conocimientos en Comunicación, la exigencia de este empleo es tal, que para sobrellevar el ritmo necesita aprender con rapidez conocimientos de otras áreas como programación, diseño gráfico, audiovisuales, fotografía, marketing, comunicación política, inteligencia artificial, e incluso, algunos también realizan tareas altamente especializadas como análisis de redes, que requieren de conocimientos de posgrado, como la sistematización y depuración de bases de datos masivos, mediante softwares especializados y lenguajes informáticos como Python, y otras tareas.
SALARIOS BAJOS
Mientras los CMs adquieren cada vez más conocimientos y especialización, los salarios en este campo se mantienen precarios en México y América Latina. Fuera del campo de trabajo de los CMs, un trabajador con conocimientos similares, como programadores, analistas de datos, especialistas en SEO [Search Engine Optimization (Optimización para motores de búsqueda)], en SEM [Search Engine Marketing (mercadotecnia en motores de búsqueda)], digital media planners, en CRM (Customer Relationship Management (gestiones de relación con el cliente)], visualizadores de datos, y otros pueden ganar salarios elevados, en tanto que los salarios de los CMs, en promedio alcanzan los 15 mil pesos mensuales, pero muy a menudo no escalan del mínimo establecido, por 7 mil 400 pesos al mes y en ocasiones por debajo de esta cifra.
El motivo por el que la mayoría de los CMs poseen tantas habilidades y conocimientos es porque un gran número de egresados de humanidades se refugian en este campo laboral para hacer frente al desempleo global que enfrentan los profesionales en estas áreas que llevan décadas subvaluadas y desprestigiadas.
Los mercados laborales han castigado con severidad a los egresados en Filosofía, Sociología, Letras Hispánicas, Artes Visuales, Comunicación, Filología, Historia, y otras áreas debido a un profundo desconocimiento del campo de acción que tienen estos profesionales en el entono laboral. De manera que se insertan al mercado como CMs sobrecalificados y subestimados para poder solventar sus gastos mínimos.
SUBESTIMACIÓN Y SOBREEXIGENCIA
Sin embargo, no solo el perfil del profesional que realiza las labores de CM está devaluado, también las funciones que asume. Los empleadores suelen considerar que las labores de un CM no son especializadas y que pueden desarrollar una gran cantidad de funciones por encima de la capacidad humana.
A estos profesionales se les contrata para asumir la comunicación externa de la empresa a través de plataformas digitales, pero también se les exige que se encarguen de la administración del sitio, labor que debería desempeñar un webmaster o programador. Asimismo, se le llega a solicitar que asuma labores de ventas, que administre bases de datos, que realice los contenidos de publicidad, edición de video, de imagen, etc.
En el campo del periodismo, la situación no es diferente. A los CMs que administran cuentas de medios se les exige que publiquen un alto volumen de contenidos, en promedio 200 posts al día, muchas veces por encima de las capacidades de los equipos de cómputo que utilizan. Mientras que de manera simultánea, se les solicita que monitoreen redes sociales, atiendan correos, moderen comentarios, editen videos o fotografías, analicen datos, mantengan un volumen de tráfico mínimo y que además, encuentren la manera, entre todas las actividades que tienen que realizar, de que ese tráfico aumente.
En alguna redacciones, estas labores se extienden en jornadas de trabajo de más de 16 horas diarias, sin derecho a la desconexión, ni siquiera en días festivos. Las labores de un CM de un político o partido político no son muy diferentes.
SOBREDEMANDA Y ALTA ROTACIÓN
Mientras que las exigencias son desbordantes, la competencia en este mercado es elevada, así que, los trabajadores no solo manifiestan prácticas explotativas, sino que también pueden sostener un ritmo de trabajo con alta rotación debido a la elevada demanda laboral que presenta esta área.
A menudo, debido a las altas exigencias laborales, fuera de las normas descritas en la Ley Federal del Trabajo, los CMs cometen errores ortográficos al momento de hacer publicaciones. A pesar de que se trata de la principal tarea para la que son contratados, la sobrecarga de asignaciones y las extenuantes jornadas de trabajo pueden generar un estrés elevado en el trabajador que deriva en vergonzosos errores ortográficos y de sintaxis. A mayor grado cansancio, más susceptible es un CM a cometer este tipo de errores. Sin embargo, los empleadores suelen ser extremadamente severos cuando los cometen bajo la justificación de que atenta a la imagen de la marca.
En estos entornos el CM asume la misma responsabilidad de un gerente o un directivo respecto al manejo de la marca de una empresa. Sin embargo, su rango en los organigramas de las compañías se encuentra en la base. Una asimetría que deriva en múltiples despidos debido a cuestiones como un error ortográfico o un mensaje que resulta cancelable, políticamente incorrecto o con algún error involuntario.
De esta manera, el campo de trabajo de los CMs enfrenta varios problemas en distintos niveles: desempleo en humanidades, precariedad laboral, explotación, y sobredemanda. Sin embargo, todas las situaciones adveresas que atraviesan estos trabajadores escapan muchas veces de la vista de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) que recientemente publicó la NOM-037-STPS-2023, Teletrabajo-Condiciones de seguridad y salud en el trabajo, aún insuficiente para mejorar las condiciones laborales de los CMs.