Durante el primer trimestre de 2024, el crecimiento económico de México se mantuvo estancado, principalmente en la región norte del país donde la construcción y la manufactura continuaron contrayéndose; en tanto que las actividades agropecuarias cayeron 11.2 por ciento, debido a la sequía. Por el contrario, el sur sigue apuntalado por las obras de infraestructura públicas.
El Banco de México (Banxico) señaló en el Reporte de Economías Regionales Enero-Marzo 2024 que el debilitamiento de la economía del país registrado durante el último trimestre de 2023, se extendió al primer trimestre de 2024.
De acuerdo con el reporte, durante el primer mes del año se registró una reducción significativa en las actividades primarias y terciarias; mientras que el sector industrial se mantuvo débil de enero a marzo.
Con excepción de la región sur, el debilitamiento económico del país fue generalizado. En las regiones centro y norte se registró una reducción significativa en la construcción y las manufacturas. La peor parte se la llevó la producción agropecuaria que fue afectada por la sequía. En la región norte, se registró una caída de 11.2 por ciento en la producción agropecuaria con relación al último trimestre de 2023. En algunas actividades comerciales también hubo contracción.
En contraste, en el sur del país, Banxico estimó que se registró un repunte el turismo, las manufacturas y la construcción debido al impulso recibido por el avance de los proyectos de infraestructura pública.
En las regiones norte, centro y sur, la inflación subyacente mantuvo su tendencia a la desaceleración durante el último trimestre de 2023 y el primero de 2024. Sin embargo, la no subyacente aumentó. El Banco Central explicó que la inflación general anual aumentó debido a que el alza de la no subyacente compensó la disminución de la subyacente. Mientras que en la región centro norte ocurrió lo contrario.
En todas las regiones la inflación en el precio de las mercancías registró una reducción. No obstante, los precios de los servicios continuaron a la alza.
De enero a marzo, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.28 por ciento a tasa trimestral desestacionalizada, después de cuatro trimestres con incrementos. Sin embargo, se registró un comportamiento heterogéneo en los sectores. Las actividades terciarias aumentaron 0.64 por ciento; las primarias, 1.70 por ciento; y las actividades secundarias, o industriales retrocedieron 0.48 por ciento con relación al último trimestre de 2023.
La actividad comercial se contrajo, pero desde niveles relativamente elevados. Esto fue atribuido por los industriales consultados al crecimiento del empleo formal que impulsó el poder adquisitivo y el consumo de bienes. Asimismo, la apreciación del peso frente al dólar permitió la reducción de precios de bienes importados, lo que incrementó la demanda. Otro factor fue la normalización de las cadenas globales de suministro al finalizar la pandemia, que permitió a los comerciantes mantener niveles adecuados de inventarios y precios estables.