Carlos Ahumada es extraditado a México y tras su llegada la Fiscalía General de la Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) le requirió que cumpla la condena que tiene pendiente en prisión por el delito de fraude. Su abogado dijo a CNN que el empresario se encuentra protegido por una suspensión.
El empresario argentino-mexicano, Carlos Ahumada, fue extraditado de Argentina a México este lunes y comparecerá por cargos de fraude genérico ante un juez de Ejecución.
El abogado Enrique Ostos Garza indicó a CNN que su cliente no irá a prisión debido a que cuenta con una suspensión contra la orden de arresto que le fue otorgada por un juez federal.
«Esto no significa, y lo quiero decir con mucha claridad, que Carlos Ahumada sea privado de su libertad en virtud de que tenemos una suspensión de un juez federal, que le impide ser privado de la libertad», afirmó el abogado.
Estes lunes, la Fiscalía General de la Ciudad de México (FGJCDMX) publicó una notificación para solicitarle al empresario que se presente de manera voluntaria comparezca ante el juez de Ejecución para que concluya con la sentencia que tiene pendiente en prisión y que corresponde a un año, 10 meses y 23 días.
«Personal de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) notificó a Carlos Agustín «N» una invitación para que se presente voluntariamente ante el juez de Ejecución, con la finalidad de conducirlo al cumplimiento de la pena que le resta por compurgar en un centro penitenciario en la Ciudad de México. Dicha persona señaló que comparecerá voluntariamente el día de hoy [16.06.2024] a las 13 horas ante la autoridad judicial», se indicó en el comunicado.
Según la fiscalía de la CDMX, Carlos Ahumada tiene pendiente un periodo de sentencia en prisión de más de un año debido a que se sustrajo de la justicia, y de igual manera tiene que cubrir un monto por concepto de reparación del daño que asciende a 30 millones de pesos.
La fiscalía local solicitó la captura de Ahumada desde el 2009 por cargos de fraude en contratos de obras públicas. En 2004, el empresario se vio involucrado en un escándalo mediático conocido como «Los videoescándalos» sobre la entrega de sobornos a personalidades políticas que fueron grabados con cámaras de seguridad y difundidos por Televisa. Entre los vinculados en esta presunta red de sobornos se encontraba Carlos Imaz, exesposo de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.