Avances y retos en salud al cierre del sexenio de AMLO: la reestructuración no evitó auge de los consultorios de farmacia

Avances y retos en salud al cierre del sexenio de AMLO: la reestructuración no evitó auge de los consultorios de farmacia

A pesar de las mejoras en infraestructura y programas como IMSS-Bienestar, la institución enfrenta desafíos financieros y operativos. Una de las respuestas más destacadas a estos problemas es la Megafarmacia del Bienestar, pero todavía está en etapa inicial. A pesar de la restructuración del IMSS, las personas dejaron de atenderse en los servicios de salud públicos, mientras que los consultorios  de farmacia tuvieron un auge entre 2018 y 2023. 

Al cierre del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la estrategia de salud implementada en México ha mostrado avances significativos, pero también se ha enfrentado a grandes desafíos. Desde un enfoque inicial de transformar el modelo de atención hacia la Atención Primaria de Salud (APS), el gobierno buscó priorizar una atención preventiva, universal y gratuita, con el desarrollo de planes como el “Modelo de Salud para el Bienestar” (Modelo SABI), diseñado en 2021.

El Gobierno saliente tuvo que enfrentar con nula experiencia la pandemia del COVID-19 en 2020. Al corte de junio de 2023, La Dirección General de Epidemiología, de la Secretaría de Salud (SSA), contabilizó 334 mil 336 defunciones por esta enfermedad y 7 millones 633 mil 355 casos confirmados, de los cuales solo el 9.57% requirió hospitalización.

Primer Nivel de Atención

Entre los esfuerzos clave de esta administración se encuentra el programa “La Clínica es Nuestra”, lanzado en 2024, con el objetivo de mejorar la infraestructura y equipamiento en más de 11,000 Unidades de Salud en 27 entidades federativas. Este programa, operado por el IMSS-Bienestar, ha beneficiado a más de 2,000 municipios, aunque no se implementó en estados como Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco y Querétaro.

Segundo Nivel de Atención

El IMSS-Bienestar, pilar en la atención médica de la población sin seguridad social, se consolidó con una infraestructura de 80 hospitales de segundo nivel y más de 4,000 unidades de primer nivel. Además, la colaboración interinstitucional en materia de cáncer y el desarrollo del “Programa Multiinstitucional de Investigación y Desarrollo para el Registro y la Prevención del Cáncer” son esfuerzos destacados en el combate a enfermedades crónicas.

Tercer Nivel de Atención

Uno de los avances más significativos ha sido la integración de los Hospitales Regionales de Alta Especialidad (HRAE) con el IMSS-Bienestar, ampliando la cobertura de atención gratuita a la población más vulnerable. En total, se brindaron más de seis millones de consultas especializadas a personas sin seguridad social, incluyendo a grupos prioritarios como menores, personas con discapacidad y adultos mayores.

En este sexenio, destacó un componente clave de la estrategia para asegurar el abasto de medicamentos en todo el país: la Megafarmacia del Bienestar. Con una capacidad de almacenamiento de 286 millones de piezas, esta infraestructura fue descrita por el secretario de Salud, Jorge Alcocer, como una «megasolución» a la corrupción que había caracterizado la comercialización de medicamentos en administraciones pasadas. Este sistema centralizado de distribución busca garantizar el acceso equitativo y oportuno a medicamentos en las 23 entidades que conforman la red de atención del IMSS-Bienestar.

La Megafarmacia representa un esfuerzo significativo por mejorar la eficiencia en la gestión del abasto de medicamentos, contribuyendo al cumplimiento del derecho a la protección de la salud de millones de mexicanos. Este modelo no solo asegura la disponibilidad de medicinas esenciales, sino que también responde a la necesidad de transparencia en el proceso de distribución, minimizando el riesgo de desabasto y eliminando las prácticas corruptas que anteriormente afectaron la operación del sistema de salud en el país.

RETOS

A pesar de la reestructuración del sector salud, el impacto en la población ha sido notable, como lo evidencian los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID 2023), hubo una disminución significativa en la afiliación a instituciones de salud entre 2018 y 2023. En 2018, el 82.5 por ciento de la población estaba afiliada a alguna institución de salud, mientras que el 17.5 por ciento no lo estaba. Para 2023, las afiliaciones descendieron a 62.1 por ciento, y las personas no afiliadas aumentaron al 37.9 por ciento.

Este descenso en la afiliación se refleja también en la forma en que la población buscó atención médica. Los servicios de salud públicos registraron una baja en el número de usuarios. Sumando todos los programas de atención como el extinto Seguro Popular, en 2018, el 58.8 por ciento de la población se atendió en instituciones públicas. Para el 2023, sumando los servicios que se incorporaron como en Insabi y el IMSS bienestar, solo el 46.1 por ciento se atendió en instituciones públicas. 

Contrario a esta tendencia, los servicios de salud privados registraron un aumento en la demanda. Los consultorios adyacentes a farmacias, en particular, pasaron de atender al 14.9 por ciento de la población en 2018 al 21.3 por ciento en 2023. Además, las consultas privadas en clínicas y hospitales también experimentaron un incremento significativo: en 2018, el 18.6 por ciento de la población recurrió a estos servicios, mientras que en 2023 la cifra subió al 25.5 por ciento.

Otra tendencia preocupante es el aumento en la automedicación. En 2018, el 1.8 por ciento de la población no acudió a ningún servicio de salud por automedicarse, pero para 2023 esta cifra creció al 2 por ciento.

Estos cambios reflejan una transformación en la manera en que la población accede a servicios médicos en México, con una mayor inclinación hacia el sector privado, mientras que la atención pública se ha reducido considerablemente.

Población por institución de salud que acudió a consulta médica entre 2018 y 2023. Foto: Inegi.

Retos para el IMSS y Riesgos Identificados

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), encargado de brindar atención médica a la mayoría de la población con seguridad social, también enfrenta retos estructurales importantes. El IMSS ha señalado varios riesgos que ponen en peligro la sostenibilidad del sistema de salud a mediano y largo plazo:

  1. Saturación del sistema: Con una población cada vez más envejecida y una transición epidemiológica hacia enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y cáncer, el IMSS se ha visto rebasado en su capacidad para atender a todos los afiliados. En 2023, la institución reportó un aumento del 15% en las solicitudes de atención para enfermedades crónicas, lo que ha generado largas listas de espera.
  2. Financiamiento insuficiente: La situación financiera del IMSS es crítica, con una presión creciente sobre su presupuesto debido a las demandas de prestaciones médicas y económicas. En 2023, el IMSS advirtió que sus reservas se estaban agotando más rápido de lo previsto, lo que podría afectar la viabilidad del sistema en las próximas décadas.
  3. Falta de personal médico y especialistas: Según el propio IMSS, para cumplir con los estándares internacionales establecidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el sistema de salud necesitaría aumentar su plantilla de médicos en al menos un 25%. Esto incluye especialistas en áreas clave como oncología, cardiología y medicina interna. Actualmente, hay una escasez de más de 10,000 médicos especializados, lo que ha afectado la calidad de la atención.
  4. Infraestructura rezagada: A pesar de los esfuerzos del programa “La Clínica es Nuestra” y la inversión en hospitales de alta especialidad, el IMSS todavía enfrenta un déficit en infraestructura hospitalaria. El 30% de los hospitales del IMSS reportaron sobrecupo en 2023, y más del 40% de las unidades de primer nivel requieren rehabilitación urgente.

El sexenio de López Obrador culmina con un sector salud que ha experimentado transformaciones importantes, pero enfrenta retos considerables en términos de cobertura, eficiencia y calidad. Si bien programas como IMSS-Bienestar y «La Clínica es Nuestra» han beneficiado a miles de personas, la transición hacia la atención privada, particularmente en consultorios adyacentes a farmacias, plantea interrogantes sobre la calidad del servicio. Asimismo, la situación financiera y la saturación del IMSS son problemas que la próxima administración deberá abordar para garantizar un sistema de salud accesible y sostenible.