Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, compareció este viernes en una corte federal de Nueva York tras dos aplazamientos. En su primera audiencia, el juez Brian Cogan calificó el caso como complejo y no descartó la pena de muerte como posible sentencia. Zambada, de 75 años, enfrenta 17 cargos por delitos relacionados con el crimen organizado, incluyendo tráfico de drogas, lavado de dinero y conspiración para asesinar.
Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, se presentó este viernes ante el Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York tras dos aplazamientos previos. La audiencia fue presidida por el juez Brian Cogan, quien designó el caso como complejo y advirtió que no se descarta la pena de muerte como posible sentencia final.
Zambada, de 75 años, ingresó al tribunal con visibles dificultades para caminar, cojeando y vestido con en color beige, lo que destacó entre los asistentes a la audiencia. El capo mexicano enfrenta 17 cargos por su presunta participación en delitos relacionados con el crimen organizado, posesión ilegal de armas de fuego y lavado de dinero.
Acusaciones y trayectoria criminal
Desde 1989, Zambada ha sido señalado como líder de una «empresa criminal continua», una organización que, según las autoridades, ha sido responsable de la importación y distribución de enormes cantidades de narcóticos en Estados Unidos. Entre los cargos que pesan sobre él, se incluyen conspiración para asesinar, conspiración para lavar dinero y distribución de drogas como cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana. En las acusaciones más recientes, el gobierno estadounidense señala al Cártel de Sinaloa, bajo su liderazgo, como responsable de la fabricación y distribución masiva de fentanilo desde al menos 2012.
Zambada fue acusado por primera vez en este mismo distrito judicial en 2009. Sin embargo, en febrero de este año, se presentó una quinta acusación formal en su contra, la cual se centra en su rol como uno de los principales responsables de una red global de narcotráfico que operaba en América Latina y los Estados Unidos.
El ascenso del Cártel de Sinaloa y su poderío global
El Mayo, junto a su cofundador Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, consolidó al Cártel de Sinaloa como una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo. Tras el arresto de El Chapo en 2016 y su posterior sentencia a cadena perpetua en 2019, Zambada asumió un control total sobre el cártel, según las acusaciones. A lo largo de más de tres décadas, la organización se expandió de manera estratégica, empleando a miles de personas y asegurando rutas de transporte para el tráfico de drogas desde Sudamérica hasta el interior de Estados Unidos.
La acusación formal sostiene que el Cártel de Sinaloa, bajo el mando de El Mayo, utilizó sicarios para llevar a cabo secuestros, asesinatos y actos de represalia, tanto en México como en Estados Unidos. Estos actos violentos, se alega, tenían como propósito proteger las rutas de narcotráfico y eliminar cualquier amenaza a sus operaciones. Algunos de estos asesinatos, afirma la fiscalía, ocurrieron pocas semanas antes de la captura de Zambada.
El fentanilo y la nueva amenaza
Una de las acusaciones más recientes contra Zambada es su papel en la expansión de la distribución de fentanilo, una droga sintética extremadamente potente que ha sido responsable de una creciente crisis de sobredosis en Estados Unidos. Se alega que, desde 2012, el Cártel de Sinaloa ha estado involucrado en la producción y tráfico de esta sustancia, que ha inundado el mercado estadounidense con miles de kilogramos.
Según documentos judiciales, los enormes beneficios generados por el tráfico de fentanilo, cocaína y otras drogas eran lavados y enviados de vuelta a México a través de sofisticadas redes financieras controladas por el Cártel. Además, el cártel presuntamente fortaleció su poder político y territorial mediante el pago de millones de dólares en sobornos a funcionarios corruptos.
Futuro incierto para el capo
Con la mirada puesta en un juicio que promete ser extenso y complejo, el futuro de Ismael “El Mayo” Zambada es incierto. La posibilidad de que enfrente la pena de muerte añade una capa de gravedad al caso, que podría convertirse en uno de los más importantes en la historia del combate al narcotráfico en Estados Unidos. Mientras tanto, el Cártel de Sinaloa, aunque debilitado por la caída de varios de sus líderes, sigue siendo una fuerza significativa en el tráfico internacional de drogas.
Este proceso judicial marca un nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico, donde Zambada se encuentra en el centro de una trama que abarca décadas de violencia, corrupción y contrabando a gran escala.