El expresidente de Perú, Alejandro Toledo, fue condenado a 20 años y 6 meses de prisión por recibir sobornos de 35 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht. La sentencia, emitida por la Sala Superior Nacional de Justicia Penal Especializada en Lima, lo responsabiliza de facilitar la construcción de una autopista a cambio de los millonarios pagos, en uno de los mayores escándalos de corrupción que ha sacudido a América Latina.
Alejandro Toledo, expresidente de Perú, fue sentenciado a 20 años y 6 meses de prisión por su implicación en la trama de corrupción de Odebrecht. La Sala Superior Nacional de Justicia Penal Especializada en Lima lo declaró culpable de recibir sobornos por 35 millones de dólares a cambio de permitir la construcción de una autopista.
El caso Odebrecht es uno de los mayores escándalos de corrupción en América Latina, involucrando a políticos, empresarios y funcionarios de 12 países. La investigación, liderada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos junto con otros 10 países de la región, expuso cómo la constructora brasileña Odebrecht distribuyó sobornos a altos mandos gubernamentales en 14 naciones.
En Perú, el caso es gestionado por el Equipo Especial Lava Jato del Ministerio Público y ha causado graves repercusiones en el ámbito político y empresarial. Cuatro expresidentes peruanos están involucrados, incluyendo a Toledo, quien en 2017 fue acusado de lavado de activos tras revelarse que habría recibido 20 millones de dólares de Odebrecht por la concesión de la Ruta Interoceánica Brasil-Perú. Este soborno fue canalizado a través de cuentas del multimillonario israelí Josef Maiman.
En febrero de 2017, el juez Richard Concepción Carhuancho ordenó 18 meses de prisión preventiva para Toledo, quien fue declarado prófugo y colocado en la lista de los más buscados de Perú. Se ofreció una recompensa de 100,000 soles por información sobre su paradero. Finalmente, en julio de 2019, Toledo fue detenido en Estados Unidos y extraditado a Perú en abril de 2023, donde ha permanecido recluido en el penal Barbadillo junto al expresidente Pedro Castillo.
Toledo enfrenta graves acusaciones de tráfico de influencias, colusión y lavado de activos, con pruebas que incluyen depósitos a cuentas vinculadas a Odebrecht y su estrecha relación con Maiman, quien colaboró con la justicia para confirmar los pagos ilícitos.
