A lo largo de su carrera, Juan Velásquez destacó como uno de los litigantes de la cúpula priísta, representando a expresidentes y personajes de la élite política, además de recibir nueve doctorados honoris causa y múltiples condecoraciones por su trabajo en el ámbito jurídico.
Juan Velásquez, conocido como el “Abogado del Diablo” por su defensa de figuras controvertidas y de alto perfil en México, falleció este domingo a los 77 años, informó la Comunidad de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de una esquela. Durante su trayectoria profesional, Velásquez se distinguió por no haber perdido un solo caso.
Velásquez recibió nueve doctorados honoris causa y más de mil 500 distinciones por su participación en cursos y conferencias. Además, fue honrado con cinco condecoraciones militares, un reflejo de su colaboración con las fuerzas armadas mexicanas en diversas instancias legales.
El «abogado del diablo» fue defensor de miembros de la élite política del Partido Revolucioario Institucional, incluidos los expresidentes Luis Echeverría, José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari, así como de figuras polémicas como Arturo “El Negro” Durazo, exjefe de la policía capitalina. En uno de los casos más emblemáticos de su carrera, Velásquez representó a Echeverría, quien fue acusado como presunto autor intelectual de la masacre de estudiantes del 2 de octubre de 1968. Aunque el juicio atrajo gran atención pública y generó controversia, el caso fue declarado prescrito en 2006.
A lo largo de su carrera, Velásquez forjó una estrecha relación con José López Portillo, presidente de México de 1976 a 1982, a quien consideraba tanto cliente como amigo. Según relató en una entrevista, fue su abogado personal durante más de dos décadas y en 2004 fue designado albacea de su testamento. Asimismo, fue defensor de “El Negro” Durazo, quien enfrentó múltiples escándalos de corrupción y propiedades de alto valor; Velásquez fue clave en su representación legal durante esos procesos.
Su habilidad para abordar casos de alto perfil lo llevó también a representar a Diana Riojas, exesposa del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, en el marco del caso Colosio. Además, Velásquez fue abogado del cardenal Norberto Rivera, acusado de encubrir abusos sexuales dentro de su arquidiócesis, asumiendo nuevamente un papel controversial en la defensa de figuras eclesiásticas.
Velásquez deja un legado singular y polémico en el ámbito del derecho penal en México, reconocido tanto por su habilidad para enfrentar casos complicados como por su lealtad a clientes que marcaban la historia del país.