El caso de Marilyn Cote, quien se hacía pasar por psiquiatra en México, ha revelado múltiples fallas en el sistema de salud, la regulación de profesionales y la supervisión de plataformas digitales como Doctoralia, donde se anunciaba y atraía a la mayoría de sus pacientes. Este es un caso que no solo involucra a una impostora que manipuló y medicó indebidamente a sus pacientes, sino que también exhibe serios cuestionamientos sobre cómo un sistema de salud debilitado y una demanda creciente de atención en salud mental permitió que alguien sin preparación operara durante años.
La facilidad de acceso a pacientes a través de Doctoralia y la falta de regulación en plataformas digitales
Una de las vías clave que Cote usó para captar pacientes fue Doctoralia, una plataforma en la que miles de usuarios buscan y confían en los profesionales de la salud. Sin embargo, el caso de Cote plantea una dura crítica sobre la falta de supervisión y control de los perfiles médicos en esta y otras plataformas similares. Doctoralia, que ha sido señalada por permitir que perfiles sin verificación o con credenciales cuestionables se anuncien sin restricciones, fue instrumental para que Cote construyera su práctica falsa.
A través de esta plataforma, la falsa psiquiatra lograba alcanzar a pacientes vulnerables que no cuestionaban sus credenciales y confiaban en la imagen profesional que proyectaba. Esto expone una alarmante falta de protocolos de verificación en los sitios de búsqueda de especialistas de salud, que deberían cumplir con requisitos más estrictos para garantizar la autenticidad de quienes se anuncian.
El sistema de salud en México y el acceso sin control a fármacos controlados
El caso también muestra graves deficiencias en la supervisión del sistema de salud mexicano, que permitió que una persona sin acreditación prescribiera y dosificara medicamentos controlados. En México, las farmacias deberían validar las cédulas de los médicos para evitar la venta de medicamentos sensibles a quienes no estén capacitados para administrarlos. Sin embargo, en el caso de Cote, se pudieron obtener estos fármacos sin verificación, exponiendo un riesgo de salud pública que debería ser urgente de atender.
El contexto de salud mental en México: una demanda en crecimiento que necesita atención inmediata
Es importante enmarcar este caso en un contexto más amplio. La salud mental en México se ha vuelto una prioridad de salud pública, especialmente tras la pandemia de COVID-19, que agravó los problemas de ansiedad y depresión en la población. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), estos trastornos fueron la razón número 11 de consulta en personas de entre 20 y 59 años en 2021 y alcanzaron el lugar 9 en adultos mayores de 60 años. Además, el IMSS reportó que el 77% de la atención a problemas de salud mental en 2021 se dio en unidades de medicina familiar, lo cual pone de relieve la carga que estas unidades enfrentan y el aumento en la demanda de servicios.
Este incremento en la demanda de atención psicológica y psiquiátrica pudo orillar a muchas personas a buscar ayuda fuera del sistema público, en plataformas como Doctoralia y caer en manos de personajes como Cote. La falta de suficiente infraestructura y personal calificado en el sector público, junto con la alta demanda, facilita que personas sin preparación puedan engañar a pacientes vulnerables.
El impacto en las víctimas: diagnósticos falsos y manipulación emocional
Las víctimas de Cote relatan cómo fueron manipuladas y sometidas a diagnósticos equivocados. Uno de los casos más trágicos es el de un joven mal diagnosticado como “psicópata maligno” y forzado a trabajar en la clínica de Cote, donde fue emocionalmente manipulado.
La pesadilla para Bryant y su familia comenzó en octubre de 2020, cuando Aurora, originaria de Veracruz, decidió llevar a su hijo a consulta con la falsa psiquiatra Marilyn Cote en Puebla. Bryant, de 24 años, sufría problemas de adicciones y, al ver las recomendaciones sobre Cote, la madre decidió darle una oportunidad.
«Lo llevamos porque necesitaba ayuda, pero todo empezó a tomar un rumbo extraño. A mi hijo le hicieron un diagnóstico alarmante: ‘tu hijo es un psicópata maligno’. Fue un golpe fuerte, pero Cote prometió curarlo», explicó Aurora.
Cote, quien aparentemente veía en Bryant una oportunidad para su negocio, comenzó a manipularlo, sugiriendo que él trabajara para su clínica a cambio de apoyo económico. Mientras tanto, empezó a administrarle medicamentos, lo que empeoró su estado mental y físico.
El giro más perturbador de esta historia ocurrió cuando Cote, según relataron Aurora y Bryant, comenzó a presionar a su paciente para mantener una relación romántica. «Mi hijo me llamó y me dijo que la doctora le había dicho que se enamoró de él, y que quería casarse con él», relató Aurora, quien estaba horrorizada ante la situación.
Otro paciente, a quien se le administraron medicamentos sin seguimiento profesional adecuado, sufrió un control emocional al punto de tener que abandonar el país para librarse de la influencia de Cote. Estos testimonios revelan las terribles consecuencias de confiar en profesionales sin acreditación legítima.
Análisis y conclusiones: lo que el sistema de salud mexicano debe aprender del caso Marilyn Cote
Este caso expone las profundas fallas de un sistema que no supervisa adecuadamente el ejercicio profesional de la psiquiatría en plataformas digitales ni en el ámbito privado. Para evitar futuros abusos, es crucial que tanto el sector público como las plataformas digitales establezcan requisitos más estrictos para verificar credenciales. Los sitios como Doctoralia deben implementar verificaciones rigurosas y transparentes que protejan a los pacientes, y las farmacias deben exigir cédulas válidas antes de expedir medicamentos controlados.
El caso de Cote es un llamado de atención a las autoridades de salud, las plataformas digitales y la sociedad en general para tomar la salud mental en serio, estableciendo un sistema de monitoreo efectivo que garantice que quienes ofrecen servicios de salud mental sean realmente quienes dicen ser. La salud y la vida de los pacientes dependen de que estas reformas se implementen sin demora.