La Cámara Federal de Casación Penal de Argentina confirmó este miércoles la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, acusada de administración fraudulenta en la adjudicación de obras en Santa Cruz. Mientras la defensa anunció que apelará ante la Corte Suprema, Kirchner, quien calificó el fallo de «show» y acusó a los jueces de imparcialidad, permanece libre hasta que se agoten todas las instancias judiciales.
La Cámara Federal de Casación Penal de Argentina ratificó la condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, acusada de «administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública» al direccionar licitaciones de obras en Santa Cruz en favor del empresario Lázaro Báez. La decisión fue tomada este miércoles por la Sala IV de la Cámara, integrada por los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña, quienes rechazaron los recursos de la fiscalía y de la defensa, manteniendo así la sentencia dictada por el Tribunal Oral Federal N° 2 en diciembre de 2022.
La defensa de Kirchner anunció que apelará la decisión ante la Corte Suprema de Justicia, última instancia para intentar revertir el fallo. Por el momento, la expresidenta no será encarcelada, pues la ejecución de la pena queda suspendida hasta que la Corte resuelva el recurso, lo cual podría tomar años, de acuerdo con el nuevo Código Procesal Penal Federal en Argentina.
Además de Kirchner, se ratificaron las condenas contra otros exfuncionarios y contra Lázaro Báez, dueño de Austral Construcciones y socio comercial de la familia Kirchner. Báez, condenado también por enriquecimiento ilícito y tenencia ilegal de un arma, cumple prisión domiciliaria en Santa Cruz. En tanto, la Casación mantuvo las absoluciones de figuras como el exministro de Planificación Federal Julio De Vido y el exfuncionario Héctor Garro.
En vísperas del fallo, Kirchner difundió una carta en la que cuestionó la imparcialidad de los jueces, a quienes vinculó con el expresidente Mauricio Macri y sectores mediáticos como Clarín y La Nación. En su mensaje, expresó: “Sepan que hagan lo que hagan, no van a hacerme callar. No fui ni seré nunca mascota del poder,» expresó.
Kirchner argumentó que su caso revela un patrón de persecución judicial compartido por otros líderes latinoamericanos, como Lula da Silva, Evo Morales y Rafael Correa. Asimismo, recordó el intento de magnicidio que sufrió el 1 de septiembre de 2022, aludiendo a la portada de Clarín que, días después, presagiaba su condena: “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”.
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