El flujo de vehículos sobre la carretera México-Pachuca, usualmente agitado pero predecible, quedó suspendido este miércoles en un momento que cambiaría el ritmo de un día cualquiera. A la altura de Zapotlán de Juárez, la imagen de un Audi negro, destrozado y reducido a escombros de metal, y una mujer que iba en el asiento del copiloto se encontraba entre los escombros aún con vida y sorpresivamente en estado consciente.
Los testigos, conmocionados, relataron con detalle el instante en que el vehículo, desplazándose a una velocidad extrema, pareció perder el control hasta estrellarse contra un camión de carga. “Como a 180 venía cuando se estampó”, comentó uno de los presentes, aún impactado. El choque fue tan brutal que el conductor perdió la vida al instante, su trayecto interrumpido de golpe.
En el asiento del copiloto, su acompañante, una mujer, quedó atrapada entre los restos del automóvil. Los primeros minutos después del accidente fueron un compendio de tensión y solidaridad improvisada. Ciudadanos que transitaban por la carretera se acercaron, con extintores en mano, intentando prevenir lo peor: el inicio de un incendio en medio de la colisión. Fue un esfuerzo desesperado por brindar auxilio ante una escena caótica.
Poco después, los servicios de emergencia llegaron al lugar, sumando más manos a la emergencia. Con rapidez y precisión, iniciaron la labor de rescate, mientras la carretera quedaba parcialmente cerrada y acordonada por las autoridades. Los peritos comenzaron a recoger las piezas de un rompecabezas aún confuso, indagando las razones detrás del fatídico desenlace que congeló las vidas de quienes estuvieron presentes.