En la cumbre del G20 celebrada en Río de Janeiro, Brasil lanzó este lunes la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, con la adhesión de 82 países y el firme propósito de erradicar estas problemáticas antes de 2030.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó la urgencia de la causa, instando a los países presentes a acabar con esta «lacra» que sigue afectando a millones de personas en todo el mundo. Con el respaldo de organismos internacionales como la Unión Europea y la Unión Africana, la iniciativa busca movilizar recursos y replicar soluciones locales para abordar uno de los mayores desafíos globales.
En el marco de la cumbre del G20, Brasil lanzó este lunes la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, con la participación de 82 países y el firme objetivo de erradicar esta «lacra» para el año 2030. Durante la inauguración del encuentro, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, subrayó la urgencia de la causa, llamando a la acción de los países presentes: «Compete a los aquí presentes, a quienes están alrededor de esta mesa, la tarea impostergable de acabar con esta lacra que avergüenza a la humanidad», expresó.
El lanzamiento de la iniciativa contó con la sorpresiva adhesión de Argentina, bajo el liderazgo del ultraliberal Javier Milei, que hasta el momento había sido el único miembro del G20 que no se había sumado a la causa, según confirmó una fuente del Gobierno brasileño a la AFP. Además, la propuesta ha logrado el respaldo de 66 organizaciones internacionales, incluidas la Unión Europea y la Unión Africana.
La Alianza Global es una iniciativa personal de Lula da Silva, quien busca consolidarse como un líder regional en la lucha contra las desigualdades en América Latina. Su ambicioso objetivo es erradicar el hambre y la pobreza en todo el mundo antes de 2030, y reducir las disparidades económicas y sociales.
Más allá de las negociaciones entre las principales economías del mundo, la propuesta aspira a reunir a países e instituciones internacionales para canalizar recursos financieros y replicar iniciativas exitosas a nivel local. «Erradicar el hambre y la pobreza no es tan difícil, y el coste no es tan prohibitivo. La experiencia ha demostrado al mundo que funciona (…), es una cuestión de voluntad política», declaró Wellington Dias, ministro de Desarrollo Social de Brasil.
La creación de esta Alianza es vista como un paso significativo en la lucha contra la desigualdad global, pero también destaca la necesidad de una acción conjunta y sostenida de todos los actores internacionales para alcanzar los objetivos planteados antes de 2030.