Este miércoles, académicos de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), en el Estado de México, tomaron las instalaciones del plantel en defensa de sus derechos laborales. La protesta fue convocada por el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma Chapingo (STAUACh) en un contexto de crecientes denuncias por arbitrariedades y abuso de poder por parte de las autoridades universitarias.
Según un comunicado del STAUACh, la manifestación continuará con incluye la sede central de la universidad y sus unidades y centros regionales en todo el país. Los académicos han expresado su hartazgo ante lo que consideran acciones irregulares, injustas y una creciente falta de transparencia en la gestión institucional.
Entre las demandas más destacadas por el sindicato se encuentran la reinstalación de los compañeros despedidos injustamente, así como el cese inmediato de las prácticas autoritarias del titular de la unidad jurídica, quien, según los académicos, actúa sin un reglamento que defina sus atribuciones. Denuncian que este funcionario interpreta de manera sesgada el Contrato Colectivo de Trabajo, sancionando a algunos profesores de forma irregular mientras protege a otros.
Otra de las principales exigencias de los académicos es el respeto a las Comisiones Mixtas, las cuales, aseguran, deben ser consultadas en cualquier acuerdo o acción laboral. El sindicato ha denunciado que las autoridades de la universidad están tomando decisiones unilaterales que vulneran los derechos laborales establecidos en el marco legal de la institución.
Además, los académicos acusaron a las autoridades universitarias de presionar a la comunidad universitaria para aprobar un nuevo Estatuto bajo un proceso antidemocrático. Según el STAUACh, dicho proceso no refleja la reforma necesaria para la universidad, sino que parece más bien un intento de instaurar un modelo autoritario que ponga en peligro la autonomía de la institución.
Los académicos de la UACh afirmaron que esta protesta es una manifestación legítima de su derecho a la libre expresión, y una advertencia sobre los peligros que representa la actual administración para el futuro de la universidad y los derechos de sus trabajadores. La comunidad universitaria ha convocado a todos los miembros a unirse a la causa para frenar lo que consideran un ataque directo a los principios democráticos que han caracterizado a la universidad durante décadas.