En un operativo realizado en el asentamiento humano Cervunión, al norte de Bucaramanga, las autoridades descubrieron un criadero ilegal de mascotas donde 30 perros, de diversas razas, vivían en condiciones deplorables. El responsable, buscado desde hace un año por comercio ilegal de animales y maltrato, fue detenido y enfrenta cargos ante la Fiscalía.
En el asentamiento humano Cervunión, al norte de Bucaramanga, Colombia, las autoridades localizaron un criadero ilegal de mascotas durante un operativo coordinado entre la Alcaldía, la Policía y la Personería Local. El lugar, liderado por un hombre buscado desde hace un año por comercio ilegal de perros y maltrato animal, albergaba 30 lomitos en condiciones higiénicas deficientes.
Nicolás Álvarez, inspector de policía, señaló: “Encontramos 30 caninos de raza: Pomerania, Shih Tzu, Pinscher y caninos criollos, los cuales se encontraban en deficientes condiciones de salud, se encontraban en un entorno no apto, en condiciones higiénico sanitarias deficientes”.
El activista Camilo Machado del sitio ilegal. «¡Desmantelado un criadero en B/manga! 🚨 Cuando compras un perro esta es la realidad oscura y miserable que hay detrás 💔 Gracias al inspector de policía, Policía ambiental y autoridades se logró el rescate de 30 caninos explotados para reproducción», indicó.
Los cachorros, según las investigaciones, eran comercializados frente al vivero El Bosque, donde se vendían entre 2 y 5 millones de pesos. Durante el operativo, las autoridades también hallaron un canino muerto, lo que agrava las denuncias contra el propietario del criadero.
Este hombre acumulaba múltiples denuncias por venta de perros en espacios públicos y ahora enfrenta cargos por el delito de maltrato animal. Fue detenido y trasladado a la Unidades de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, instancia que definirá su situación jurídica.
Según Álvarez, el operativo constituye “un golpe contundente contra la venta ilegal de animales en espacios públicos”. Las autoridades investigan posibles vínculos del criadero clandestino con redes que comercializan perros en las calles del centro de Bucaramanga, una práctica prohibida por la ley.
La comunidad había alertado a las autoridades sobre las condiciones en las que permanecían los animales, lo que permitió que diversas entidades actuaran para desmantelar este punto de abuso y explotación animal.
