Martín Borrego, exfuncionario de la SRE y colaborador de la Semarnat, presentó su renuncia irrevocable tras admitir irregularidades en la organización de un evento privado en el MUNAL, realizado en medio de un escándalo por supuesta malversación de espacios públicos.
Martín Alonso Borrego Llorente, exjefe de Oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y coordinador de Contacto con la Ciudadanía en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), presentó su renuncia irrevocable tras el escándalo por el evento realizado en el Museo Nacional de Arte (MUNAL).
En una carta dirigida a la titular de la Semarnat, Alicia Bárcena, Borrego admitió que el evento celebrado el 4 de octubre de 2024 en el MUNAL fue de carácter privado, aunque afirmó que se realizó “acorde al protocolo establecido por el Museo y cubierto con recursos personales, sin dolo ni quebranto alguno al erario”. Sin embargo, reconoció como impropio haber solicitado el uso del espacio mediante un correo institucional mientras se desempeñaba como jefe de Oficina en la SRE, y sin el conocimiento de la entonces titular de la dependencia.
“Lamento profundamente haber faltado a su confianza y que se vea involucrada en este episodio”, escribió Borrego en su renuncia, señalando que su actuar no fue correcto ni digno de la confianza depositada en él como servidor público.
El caso salió a la luz el pasado 8 de diciembre, cuando el periodista Claudio Ochoa Huerta publicó en El Universal la columna titulada “La boda (no) fifi en el MUNAL”. En ella, acusó a Martín Borrego de haber celebrado su boda con el diplomático rumano Ionut Vâlcu en el recinto, señalando que contaba con pruebas en video del evento.
Borrego negó dichas acusaciones, argumentando que el evento fue de carácter diplomático y no una boda privada. Sostuvo que se llevó a cabo en el marco del 89° aniversario de las relaciones diplomáticas entre México y Rumania, con el apoyo logístico de la Embajada de Rumania en México.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) confirmó en un comunicado que el uso del espacio había sido autorizado como un evento diplomático. Sin embargo, tras la controversia, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) inició una investigación sobre el uso indebido de espacios públicos por parte de funcionarios o exfuncionarios.
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