En las plataformas digitales, los algoritmos determinan qué contenido vemos y cuál permanece oculto. Redes sociales como X (antes Twitter) han generado una estructura jerárquica donde la visibilidad está dominada por interacción y participación: el algoritmo favorece el contenido que genera más interacción como dar «me gusta», compartidos y comentarios, lo cual puede ser menos probable para cuentas con menos seguidores debido a una audiencia más pequeña.
Relevancia y Recencia: las publicaciones recientes y aquellas que están en tendencia tienen más visibilidad. Las cuentas con menos seguidores podrían no generar el mismo nivel de actividad para aparecer en estas tendencias.
Relaciones y Seguimiento: Si los usuarios que siguen una cuenta con menos seguidores también siguen muchas otras cuentas, el algoritmo podría priorizar el contenido de cuentas con las que interactúan más frecuentemente.
Contenido de Calidad: El algoritmo también considera la calidad y la originalidad del contenido. Cuentas con menos seguidores pueden tener menos recursos o menos tiempo dedicado a crear contenido que capture la atención del algoritmo.
Estos criterios favorecen a uentas con más de 10 mil seguidores, especialmente aquellas que pagan por la verificación, mientras que las cuentas más pequeñas pueden experimentar un aislamiento digital que limita su capacidad de influir y participar activamente en la conversación global.
Jerarquía, centralidad y aislamiento
En una red como X, los usuarios pueden considerarse como nodos conectados por aristas (interacciones como seguir, dar «me gusta» o comentar). En este tipo de redes, la centralidad de un nodo se mide según su posición estratégica y su capacidad para conectar con otros nodos. Los nodos más centrales concentran mayor atención, interacciones y poder comunicativo.
Según la descripción de la plataforma, X parece fomentar una estructura altamente centralizada, donde las cuentas con más seguidores funcionan como «hubs» o nodos centrales que dominan el flujo de información. Estas cuentas no solo reciben la mayoría de las interacciones, sino que también aparecen de manera preferente en los feeds «Para ti» y «Seguidos» de otros usuarios. Este fenómeno genera un ecosistema donde:
- Las cuentas grandes y verificadas concentran la visibilidad y se convierten en el centro de la red.
- Las cuentas pequeñas y no verificadas quedan relegadas a los márgenes de la red, con conexiones débiles o inexistentes hacia los nodos centrales, lo que dificulta su acceso al público general.
Esta jerarquía es reforzada por los algoritmos que priorizan el contenido de cuentas populares, generando un círculo vicioso donde los nodos centrales se vuelven más visibles, mientras que los nodos periféricos permanecen marginados.
Este diseño refleja un fenómeno común en redes sociales conocido como el principio de preferencia acumulativa, también llamado «efecto Mateo» (“los ricos se hacen más ricos»). En términos de redes, los nodos con más conexiones tienen mayor probabilidad de obtener nuevas interacciones y aumentar su centralidad.
- Cuentas grandes: Los algoritmos promueven sus publicaciones en los feeds de más usuarios, lo que genera más interacciones y amplifica su alcance.
- Cuentas pequeñas: Estas suelen quedar atrapadas en clústeres cerrados, interactuando solo con sus mismos seguidores una y otra vez. Este aislamiento las priva de nuevas conexiones y oportunidades de expandir su audiencia.
Desde la teoría de redes, estas cuentas pequeñas podrían considerarse como componentes desconectados o nodos con baja conectividad, lo que refuerza su invisibilidad y su dependencia de los nodos centrales para obtener cierto grado de atención.
En este ecosistema, los usuarios (nodos) pueden categorizarse según su posición jerárquica en la red:
- Nodos centrales: Cuentas con miles de seguidores, que concentran la mayoría de las interacciones y tienen un rol activo en la creación y distribución de contenido. Estas cuentas dominan la conversación y actúan como hubs que conectan diferentes comunidades.
- Nodos periféricos: Cuentas con menos seguidores (a partir de la observación se infiere que posiblemente el criterio diferenciador sea menos de 10 mil seguidores) que tienen pocas conexiones y dependen de los nodos centrales para obtener visibilidad. Estas cuentas suelen desempeñar un rol pasivo, limitándose al consumo de contenido o interacciones menores como «me gusta» y reposts.
Esta jerarquización limita la capacidad de los nodos periféricos para influir o construir comunidades propias, obligándolos a operar dentro de un sistema desigual donde sus contribuciones tienen un impacto mínimo.
Cuando un nodo tiene pocas conexiones significativas con otros, o estas conexiones no lo vinculan a nodos centrales, hablamos de aislamiento estructural. En el caso de X, las cuentas pequeñas no verificadas experimentan este aislamiento de varias formas:
- Sus publicaciones no llegan más allá de sus seguidores inmediatos, lo que reduce las oportunidades de expandir su red.
- Su capacidad de influir o participar en la conversación global queda severamente limitada.
- En términos de experiencia del usuario, esto refuerza una sensación de bloqueo virtual o exclusión digital, donde sus contribuciones parecen perderse en el vacío.
El diseño algorítmico de X no solo jerarquiza la red, sino que también tiene consecuencias sociales y comunicativas importantes:
- Reducción de la diversidad de voces: Al favorecer a las cuentas grandes, la plataforma limita la visibilidad de narrativas alternativas o perspectivas menos populares.
- Consolidación de una élite digital: Solo un pequeño grupo de usuarios tiene verdadero poder comunicativo, mientras que la mayoría de las cuentas quedan relegadas a un rol pasivo.
¿Cómo romper el aislamiento? Explicaciones teóricas para la disrupción
A pesar de esta estructura jerárquica, la teoría de redes y otros enfoques ofrecen estrategias que los usuarios marginados pueden utilizar para ser disruptivos y ganar visibilidad. Estas incluyen la explotación de conexiones débiles, la acción colectiva, el uso de contenido transgresor y la subversión de los algoritmos.
1. Conexiones débiles y colaboración entre usuarios pequeños
La teoría de las conexiones débiles de Mark Granovetter destaca que los enlaces entre nodos periféricos pueden ser clave para difundir información novedosa y generar cambios. Aunque las cuentas pequeñas estén marginadas, pueden unirse entre sí para crear una red de interacciones constante y colaborativa.
- Estrategia: Formar comunidades donde los usuarios comenten, den «me gusta» y compartan las publicaciones de otros nodos pequeños. Este comportamiento colectivo aumenta las probabilidades de que el algoritmo identifique sus interacciones como relevantes.
2. Efecto enjambre: acción colectiva y coordinada
El comportamiento de enjambre o «swarm behavior» es un fenómeno observado en movimientos sociales digitales. Grupos pequeños, al actuar de manera sincronizada, pueden interrumpir la dinámica de una plataforma y captar atención masiva.
- Estrategia: Publicar de manera simultánea sobre un tema específico utilizando hashtags relevantes, lo que puede generar tendencias espontáneas o picos de actividad detectados por el algoritmo.
- Ejemplo: Movimientos como #MeToo comenzaron con pequeños grupos coordinados que lograron posicionarse en la agenda global.
3. Contenido transgresor y emocionalmente resonante
En la economía de la atención, donde el tiempo de los usuarios es limitado, el contenido transgresor o emocionalmente impactante tiene más probabilidades de captar interacciones espontáneas.
- Estrategia: Crear publicaciones que desafíen las normas, utilicen humor irónico o apelen a la emotividad. Los memes, las críticas sociales creativas o las historias personales impactantes suelen generar reacciones que rompen el aislamiento digital.
4. Subversión del algoritmo: gaming the system
Los algoritmos de plataformas como X pueden ser explotados mediante estrategias específicas que maximicen las probabilidades de visibilidad.
- Estrategias clave:
- Horarios estratégicos: Publicar durante horas de menor actividad en la plataforma para destacar en los feeds de seguidores.
- Uso de hashtags populares: Incorporar etiquetas relevantes para aparecer en búsquedas más amplias.
- Menciones a nodos intermedios: Etiquetar a usuarios con influencia media (entre 5 y 10 mil seguidores) para crear puentes hacia audiencias más grandes.
5. Momentos clave y estructuras de oportunidad
La teoría de movimientos sociales explica que los grupos marginados pueden aprovechar momentos de crisis o cambio para irrumpir en la conversación.
- Estrategia: Publicar contenido alineado con eventos relevantes (políticos, sociales o culturales) que estén generando alto tráfico en la plataforma.
- Ejemplo: Durante debates o controversias globales, los usuarios pueden posicionar sus publicaciones como voces alternativas dentro del ruido digital.
6. Alianzas con nodos intermedios
Según Pierre Bourdieu, el capital social –las relaciones significativas dentro de un sistema– puede ser acumulado para mejorar la posición en una jerarquía. En este caso, las cuentas pequeñas pueden buscar colaboraciones con usuarios de influencia media.
- Estrategia: Generar interacciones constantes con cuentas de 5 a 10 mil seguidores que, aunque no sean hubs principales, pueden actuar como puentes hacia comunidades más grandes.
El poder de la disrupción colectiva
Aunque las plataformas digitales están diseñadas para reforzar jerarquías, los usuarios marginados tienen herramientas teóricas y prácticas para desafiar este sistema. La clave está en la acción colectiva, la creatividad en el contenido y la subversión de los algoritmos.
Si los usuarios pequeños logran organizarse, construir redes de apoyo y aprovechar momentos de oportunidad, pueden transformar su aislamiento en una fuerza disruptiva capaz de alterar las dinámicas de visibilidad en plataformas como X. La batalla por el poder comunicativo no está perdida; solo requiere estrategia y colaboración.