“Acabo de tener una conversación telefónica con el presidente Trump. Canadá está implementando nuestro plan fronterizo de 1.300 millones de dólares: reforzando la frontera con nuevos helicópteros, tecnología y personal, mejorando la coordinación con nuestros socios estadounidenses y aumentando los recursos para detener el flujo de fentanilo. Casi 10.000 efectivos de primera línea están y seguirán trabajando para proteger la frontera”, publicó Trudeau.
El primer ministro también anunció que su gobierno designará un zar del fentanilo, incluirá a los cárteles en la lista de terroristas y garantizará vigilancia permanente en la frontera. Además, lanzará una fuerza de ataque conjunta entre Canadá y Estados Unidos para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero. Asimismo, firmó una nueva directiva de inteligencia respaldada con una inversión de 200 millones de dólares.
El aplazamiento de los aranceles por 30 días permitirá a ambos gobiernos continuar las negociaciones en materia de seguridad fronteriza. En este contexto, el Departamento de Seguridad Pública de Canadá, junto con la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) y la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), trabajará para frenar la delincuencia transfronteriza, el tráfico de drogas y la migración irregular.
El plan fronterizo de Canadá incluye la contratación de más personal, nuevas tecnologías y un refuerzo en la coordinación operativa con Estados Unidos. Entre las estrategias contempladas está el despliegue de nuevas herramientas de detección de fentanilo, el uso de inteligencia artificial y la ampliación del intercambio de información con autoridades estadounidenses.
La RCMP también implementará una Fuerza de Tareas de Inteligencia Aérea, equipada con helicópteros, drones y torres de vigilancia móviles, además de tecnología antidrones para reforzar la seguridad en los puntos de entrada.
El acuerdo entre Canadá y Estados Unidos también contempla medidas para minimizar los cruces fronterizos ilegales, acelerar las deportaciones de personas inadmisibles y fortalecer la vigilancia en los puertos de entrada. Como parte de este esfuerzo, la CBSA estableció una operación de preautorización en territorio estadounidense, permitiendo un control anticipado de viajeros y mercancías antes de su ingreso a Canadá.
Estas acciones forman parte de un esfuerzo bilateral para mejorar la seguridad fronteriza y reducir el impacto del crimen organizado en la región, al tiempo que garantizan la estabilidad económica mediante la eliminación de barreras comerciales impuestas por los aranceles.