El presidente Donald Trump anunció la imposición de un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos, eliminando cualquier excepción. La medida, que busca fortalecer la industria siderúrgica nacional, podría incrementar los costos de producción en sectores clave como la manufactura, la infraestructura y el transporte.
El presidente Donald Trump impuso el lunes un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos, sin excepciones ni exenciones.“Esto es algo grande: estamos haciendo a Estados Unidos rico de nuevo”, declaró Trump al anunciar la decisión.
De acuerdo con Reuters, la medida apunta indirectamente a China, aunque también afectará a México. Si bien el país norteamericano importa poco acero directamente desde China, este suele ingresar de manera secundaria. Algunos países lo adquieren y luego lo reenvían a Estados Unidos, mientras que en otros casos es reetiquetado y comercializado a través de distintos canales.
Durante un vuelo en Air Force One el domingo, Trump adelantó a la prensa que planeaba anunciar las medidas y que ofrecería una conferencia esta semana para presentar nuevos aranceles recíprocos.
La semana pasada, Trump también impuso un arancel del 10% a todas las importaciones chinas, lo que llevó a China a responder con impuestos sobre ciertos microchips y metales estratégicos. No obstante, el presidente ha suavizado algunas de estas políticas, como la suspensión de los aranceles para bienes de menos de 800 dólares, hasta que el Departamento de Comercio implemente un sistema de rastreo. También ha pausado los aranceles del 25% a México y Canadá hasta al menos el 1 de marzo.
El acero es un componente clave en bienes de consumo en EU como autos y electrodomésticos, además de grandes proyectos de infraestructura como rascacielos, oleoductos, puentes y carreteras. El aluminio es fundamental en la producción de latas, vehículos y aviones comerciales, así como en la instalación de líneas de transmisión eléctrica de alto voltaje.
En 2018, la administración de Trump impuso un arancel del 25% al acero y del 10% al aluminio, lo que redujo temporalmente las importaciones y aumentó la producción interna. Sin embargo, los compradores continuaron adquiriendo estos metales de otros mercados a menor precio, lo que desató una guerra comercial con represalias que encarecieron otros bienes de consumo.
Un funcionario de la administración de Trump indicó que los nuevos aranceles buscan cerrar vacíos legales que permitían a ciertos importadores evadir las restricciones. Por ejemplo, algunos países compraban acero semiacabado, lo transformaban mínimamente y lo exportaban a EU para eludir los aranceles.
Con información de Reuters.