La resolución fue rechazada por Rusia al considerar que no se sitúa en el contexto real del conflicto y que lejos de facilitar su conclusión, enfriará aun más las negociaciones.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó este jueves la resolución para la ayuda humanitaria en Ucrania que fue impulsada por México y Francia. El texto fue aprobado con 140 votos a favor, cinco en contra de Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria, y 38 abstenciones, entre quienes destacan China, India, Armenia, Bolivia, Cuba, Pakistan y Vientam.
El texto condena a Rusia por violaciones de las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos de las que se le responsabiliza al iniciar una Operación Militar Especial en Ucrania, y exhorta a las partes a respetar el derecho internacional, en especial las Convenciones de Ginebra de 1949.
Los representantes de Francia y México intentaron presentar el documento a principios de marzo ante el Consejo de Seguridad sin obtener el consenso necesario, aunque sí contó con el aval de Ucrania y países aliados a Estados Unidos.
La resolución exige el cese inmediato de hostilidades por parte de Rusia, así como todo ataque contra la población o infraestructura civiles.
También pide que se garantice «el acceso irrestricto al personal y suministros humanitarios», y exige a Rusia el fin del asedio a las ciudades como Mairupol.
En uno de los puntos se solicita financiamiento para el Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU y el plan regional de respuesta para los refugiados de Ucrania en los países vecinos.
RUSIA RECHAZA LA RESOLUCIÓN
La resolución fue rechazada por Rusia este miércoles, en una sesión extraordinaria de emergencia de la Asamblea General, al considerar que se trata de una propuesta «politizada y antirrusa», que no se sitúa en el contexto real del conflicto armado y que lejos de facilitar su conclusión, enfriará aun más las negociaciones.
La resolución propuesta por el embajador Juan Ramón de la Fuente y Nicolas de Rivière exige que los civiles sean protegidos, entre ellos personal humanitario, periodistas, y grupos vulnerables; sobre todo aquellos que huyen del conflicto armado que inició el 24 de febrero.
En este sentido, se solicita que se garanticen los corredores humanitarios sin discriminación. Rusia ha permitido que se establezcan los corredores para permitir el paso de civiles. Sin embargo, el fin de semana pasado impuso un ultimátum a Ucrania, en el que condicionó la implementación de una vía de salida segura para los civiles de Mariúpol, en Donetsk, si las fuerzas ucranianas deponían sus armas. Esta propuesta fue rechazada de manera rotunda por el Gobierno local.
Asimismo, medios de comunicación han reportado denuncias de migrantes procedentes de África, respecto a que en las fronteras donde se acumulan miles de personas que buscan refugio en los países vecinos, las autoridades han dado prioridad a los ucranianos sobre otras nacionalidades.
De la Fuente condenó frente al Consejo de Seguridad, el 10 de marzo, los bombardeos registrados en hospitales de Ucrania, de los cuales, Rusia no se ha hecho responsable, e incluso, Ministerio de Defensa ha señalado de manera reiterada que el Ejército ucraniano utiliza a la población local como escudo humano.
«Ayer [6 de marzo], alrededor de las 17:00 horas, en la avenida de Victoria de Mariúpol, los militares de la república popular de Donetsk se encontraron con una unidad de nacionalistas ucranianos armados. Los militantes hicieron correr delante de sí a más de 150 civiles protegiéndose con ellos como un escudo humano», dijo Ígor Konashénkov, portavoz del Ministerio de Defensa.
Tanto por el presidente de Rusia Vladimir Putin, como por Vassily Nebenzia, embajador ruso ante la ONU, han sostenido esta versión.
Los argumentos de Rusia fueron vertidos en una resolución para ayuda humanitaria propuesta por esta país, misma que fue descartada por la Asamblea General, al preferir la versión que impulsaron Francia y México con el visto bueno de Ucrania. Además de la propuesta de Rusia, Sudáfrica presentó un tercer texto que pedía el cese inmediato de las hostilidades por todas las partes en el conflicto, y alentaba el diálogo político, las negociaciones, la mediación y otras vías pacíficas para lograr una paz duradera.