El proceso de crudo promedió 822 mdb, lo que implicó un aumento en la producción por 10.1 por ciento en comparación con el mismo trimestre del año anterior. En tanto que la producción de los destilados [gasolina, diesel y turbosiona] aumentó en 15.2 por ciento.
Durante el primer trimestre del año, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró un rendimiento neto por 122.5 mil millones de pesos. Las ganancias obtenidas permitieron a la empresa estatal recuperarse por 47.4 mil millones de pesos en pérdidas que se generaron durante el primer trimestre del año anterior.
Según el reporte presentado por la petrolera a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), su rendimiento de operación durante los primeros tres meses del año fue por 184.5 mil millones de pesos. Este resultado correspondió a un incremento del 65.5 por ciento en comparación con lo reportado en los primeros tres meses del año anterior.
Entre enero y marzo, Pemex incrementó su producción en un promedio de mil 755 barriles diarios, lo que implicó un crecimiento del 2.3 por ciento con relación al mismo periodo del 2021.
De acuerdo con la petrolera, los niveles se elevaron con el aporte de las producciones de nuevos campos que sumaron un total de 355 mil barriles diarios (mdb). Destacaron los casos de Quesqui, en Tabasco, e Ixachi, en Veracruz, de donde fueron extraídos 54 mdb.
El proceso de crudo promedió 822 mdb, lo que implicó un aumento en la producción por 10.1 por ciento en comparación con el mismo trimestre del año anterior. En tanto que la producción de los destilados [gasolina, diesel y turbosiona] aumentó en 15.2 por ciento.
La refinería de Deer Park procesó, entre el 20 de enero al 30 de marzo, 282 mbd de crudo. En esta misma planta se produjeron 294 mbd de productos petrolíferos, de los cuales el 84. 2 por ciento fueron destilados.
FACTORES DE RIESGO
Pemex informó a los inversionistas que prevalecen riesgos en el monto de los pasivos, los cuales, aun son considerables. Asimismo, la empresa estatal señaló que mantiene restricciones de liquidez que podrían afectar en la obtención de financiamientos en términos favorables. Esta situación podría afectar las capacidades de la empresa estatal de pagar deuda por cuenta propia y de operar como negocio en marcha sin considerar el apoyo del Gobierno federal.
La petrolera destacó que enfrenta una deuda considerable, la cual fue contraída principalmente para financiar inversiones. También informó que no ha sido capaz de solventar los gastos de inversión debido a su fuerte carga fiscal.
Pemex acumula una deuda por 2 mil 161.6 mil millones de pesos.Sin embargo, Pemex destacó que al corte del 31 de marzo, su deuda se retrajo en un 3.9 por ciento, en comparación con la suma acumulada al 31 de diciembre del 2021.
La administración estimó que la deuda podría incrementarse debido a nuevas actividades de financiamiento o a la depreciación del peso frente al dólar. En este escenario, si Pemex no lograra obtener financiamiento, podría verse frenada su capacidad de pagos.
En julio del 2021, Moody’s degradó la calificación de Pemex por el elevado riesgo de liquidez y de negocio, debido a que la compañía estatal enfrenta varios vencimientos de deuda; así como potenciales presiones presupuestales por incrementar la producción de crudo y la expansión de su capacidad de refinación. La petrolera estimó que podría revertir esta situación tras la reestructuración de su deuda en diciembre pasado.
Pemex también se encuentra vulnerable a la volatilidad de los precios del petróleo y gas natural a nivel global, que en su caso, también afectan en el volumen de extracción y la venta de reservas. La pandemia podría continuar presentando un efecto adverso en la petrolera.
En el reporte del primer trienio de este año, Pemex integró riesgos cibernéticos que ya han afectado a la compañía estatal durante esta administración.
El 10 de noviembre del 2019, la empresa estatal fue atacada con un ransomware dirigido a ciertas aplicaciones. Pemex contempló que en caso de que un ataque similar se llevara a cabo con éxito, sus operaciones podrían verse interrumpidas o perderse información. Como resultado de estos riesgos la petrolera podría enfrentar acciones de carácter regulatorio, responsabilidades legales, daños a su reputación, reducción significativa de sus ingresos, aumento en los costos, un cierre de operaciones o la pérdida de inversiones en las áreas afectadas.