En el 2013, la empresa Asesores en Radiaciones, S.A. (ARSA) trasladó sin los protocolos de seguridad apropiados una fuente radioactiva de cobalto 60, perteneciente al IMSS. La fuente fue robada por dos personas que a mano armada atracaron a los transportistas. Las autoridades realizaron un operativo improvisado en el que falló un robot y un vehículo especial para el traslado de material nuclear no estaba disponible. Las autoridades reportaron a la OIEA que la empresa había sido sancionada y su permiso para realizar traslados de fuentes radioactivas había sido revocado. Sin embargo, siguió prestando servicios en los años siguientes.
La inseguridad en México enmarcó un incidente nuclear que pudo ocasionar afectaciones a la salud en una población del Estado de México y contaminación de tierras de cultivo. Un golpe de suerte permitió que una fuente radioactiva extraviada no ocasionara daños. En el año 2013, un vehículo que transportaba material médico con cobalto-60 (CO60) fue robado por dos personas armadas, y puso a prueba a las autoridades que reaccionaron de manera improvisada y sin protocolos. Un vehículo y un robot implementado en el operativo fallaron en momentos decisivos. Si la fuente radioactiva hubiese estado expuesta, esto habría ocasionado la contaminación de cultivos que en esa región son utilizados mayoritariamente para la siembra de frijol, cebada, alfalfa y avena.
Un cabezal de radioterapia que pertenecía al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) era transportado a un depósito de desechos radioactivos desde Tijuana, Baja California hasta el Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (CADER) , ubicado en Santa María Maquixco, Estado de México. La empresa responsable del traslado fue Asesores en Radiaciones, S.A. (ARSA), quien movilizó el material nuclear sin las medidas de seguridad apropiadas, ni los señalamientos requeridos, entre otras negligencias.
Tras el incidente en el que varias personas resultaron expuestas a material radioactivo, la Comisión Nacional De Seguridad Nuclear Y Salvaguardias (CNSNS) impuso sanciones a Arsa, se le revocó la licencia para transportar material radioactivo y se le impuso una multa por 601 mil 524 pesos. Sin embargo, la empresa mantuvo sus contratos con el IMSS para realizar servicios subrogados y como proveedor de insumos y capacitación. De acuerdo con el portal de compras del Instituto, entre el 2009 y el 2018, Arsa recibió contratos por 12 millones 792 mil 65 pesos. Cabe señalar que esta página dejó de ser actualizada en el año 2020.
PARTICIPÓ HASTA AL CISEN
Poco después de las 8 horas del 2 de diciembre del 2013, un trabajador de ARSA notificó a la CNSNS del robo de un vehículo que transportaba un cabezal de una unidad de radioterapia por cobalto 60. Los trabajadores narraron a las autoridades que cerca de las 2:00 horas de ese día, se detuvieron para descansar en una gasolinera cercana a Tepojaco, en Tizayuca, Hidalgo, cuando fueron interceptados por un grupo armado.
La fuente radioactiva había sido trasladada por ellos desde unas instalaciones del IMSS en Tijuana, sin contar con los protocolos de seguridad requeridos y su destino final era un almacén de desechos radioactivos ubicado en el Edomex. Dos sujetos involucrados en el robo vendieron la fuente radioactiva a una chatarrera cercana. Cuando autoridades federales trataban de alertar a la población y encontrar el material nuclear antes de que ocasionara un accidente que comprometiera la salud de la población, los involucrados en el robo hicieron la operación de compraventa, el cabezal fue desmantelado y expuesto a la población local.
De acuerdo con la investigación publicada en el reporte publicado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la fuente radioactiva fue vendida el mismo día en que se realizó el atraco. Cinco personas que laboraban en el negocio de compra de chatarra desmantelaron el cabezal y una de ellas sufrió de mareos y comenzó a vomitar, era un adolescente de 16 años.
En la madrugada del 3 de diciembre, restos de la unidad de radioterapia fueron abandonados en un terreno de cultivo ubicado en Hueypoxtla, Edomex, junto con la fuente de CO60. Días después, un campesino relató a las autoridades que vio como un grupo de sujetos abandonó los restos radioactivos en el lugar cercano a su domicilio. De acuerdo con su versión, el hombre de 40 años de edad, se acercó al sitio y encontró restos de metal dispuestos a la orilla de la carretera, entre las que sobresalía una pieza larga cilíndrica. El hombre contó a las autoridades que la pieza se sentía caliente, pero aún así la levantó, la colocó en su hombro y caminó con ella una distancia aproximada de 15 metros, para después esconderla debajo de paja.
La cantidad de radioactividad se mide en bequerel (Bq), 1 bequerel es igual a una desintegración por segundo, el cuerpo humano presenta aproximadamente 3.7 Bq (14 gramos) de potasio -40 natural. Sin embargo, la energía nuclear a grandes escalas requiere de múltiplos mayores, entre estos, el kilobecquerel (kBq), el magabequerel (MBq), el gigabequerel (GBq) y el terabequerel (TBq). El accidente de Fukushima, ocurrido durante el sismo de Japón en el 2011, generó 18 mil TBq de Cesio -137.
La OIEA reportó que durante el incidente de México hubo un cambio en la medición de radioactividad de la fuente extraviada. La CNSNS reportó que extrajo información de la fuente radioactiva incluida en el cabezal de radioterapia que se encontraba en la base de datos nacional de fuentes radioactivas, que el 3 de enero indicaba que la fuente de cobalto 60 tenía una radioactividad de 458 TBq. Sin embargo, la radioactividad de la fuente fue corregida a 95,24 TBq.
OPERATIVO A GRAN ESCALA
Tras realizar la denuncia ante el Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales (CANDESTI) y la extinta Policía Federal, la CNSNS distribuyó un boletín ante las autoridades. Se alertó a los gobiernos de Hidalgo, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, CDMX, Edomex, Querétaro y San Luis Potosí, así como a las dependencias federales. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ordenó a la 37 Zona Militar, ubicada en Santa Lucía, Edomex, coordinar acciones de búsqueda terrestre con otras autoridades en la zona cercana a Tepojaco, en Tizayuca, Hidalgo, pero estaban lejos de donde los hechos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) alertaron a las embajadas de Estados Unidos y Países Bajos. Cerca de las 13:00 horas la CNSNS colocó aparatos de monitoreo de radioactividad en un radio de 5 km de donde ocurrió el robo del vehículo y estableció comunicación con el entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), para que proporcionara equipamiento a la Policía Federal. Ese día, la búsqueda concluyó a las 19:00 horas sin éxito.
El 4 de diciembre, la búsqueda reinició y se extendió a un rango de 10 km, la Policía Federal realizó allanamientos en Tizayuca, Zumpango, y zonas aledañas. Finalmente, a las 12:40 horas la Sedena alertó que había encontrado un vehículo con características similares al que había sido robado. Estaba estacionado cerca del municipio de Hueypoxtla, en el Edomex.
Oficiales de la Policía Federal fueron abordados por el campesino, quien les informó que había encontrado un objeto metálico y lo tenía en el patio de su casa. Al llegar al lugar, los oficiales encontraron restos de la unidad de radioterapia extraviada. La casa y un terreno agrícola aledaño presentaron niveles elevados de radioactividad, la cual se extendió en un radio de un kilómetro alrededor de la vivienda.
UN CONTENEDOR IMPROVISADO Y UN ROBOT DESCOMPUESTO
Al inspeccionar el artefacto, los elementos de la Policía Federal encontraron restos de la unidad de radioterapia que se encontraba vacía. Por lo que se requirió de más apoyo para encontrar la fuente radioactiva de cobalto 60. El 6 de diciembre, llegaron al lugar elementos de la Secretaría de la Marina (Semar) y de la Central Nuclear de Laguna Verde, quienes trazaron una ubicación aproximada de dónde estaría la fuente. Con mayores certezas acerca del hallazgo en poco tiempo, se solicitó al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) que proporcionara un vehículo adecuado. Sin embargo, ese vehículo no se encontraba disponible, por lo que se tuvo que improvisar el uso de un contenedor.
El 7 de diciembre, las autoridades reiniciaron la búsqueda. Cuando el campesino vio que las autoridades continuaban sin encontrar la fuente, fue él mismo quien les indicó dónde la había ocultado debajo de unas pajitas. Las autoridades le pidieron que les mostrara cómo la había ocultado. El hombre entonces ya presentaba hinchazón en el hombro izquierdo. Sin embargo, se negó a recibir atención médica en ese momento.
Para retirar la fuente radiactiva, personal de la Policía Federal y la Semar utilizaron un robot que al poco tiempo dejó de funcionar, por lo que tuvo que ser retirado del área para ser reparado. Entonces, la Semar llevó contenedores de concreto y mantas de plomo que se encontraban en la Central de Laguna Verde. Sin embargo, las autoridades determinaron que ese material no era apropiado para la recuperación del material radioactivo. Fue hasta el 9 de diciembre, casi una semana después del extravío, que las autoridades pudieron recuperar la fuente de cobalto 60.
El 10 de diciembre, el robot fue reparado y regresó a la zona de cultivo, fue enviado a recolectar la fuente de cobalto 60 y al tomar una fotografía se descubrió que estaba intacta, por lo que no se produjo contaminación en el área de cultivo. El ININ llevó el contenedor improvisado y tras dos intentos, el robot logró introducir la fuente de cobalto 60 en el. La CNSNS informó que durante el operativo las instancias participantes no llevaron a cabo el procedimiento adecuado, debido a que se concentraron en la urgencia por retirar la fuente radioactiva.
PERSONAS EXPUESTAS
El 9 de diciembre las autoridades atendieron a las personas que pudieron estar expuestas a la fuente radioactiva en un hospital de Pachuca. El individuo que ayudó a localizar la fuente presentó lesiones en el hombro izquierdo y la pierna derecha. Otras diez personas tuvieron que ser sometidos a estudios, cuatro de ellos por posible síndrome de radioactividad aguda. Cinco personas que desmantelaron la unidad en la chatarrera fueron expuestas. Tras ser interrogados, indicaron que una persona había acudido al negocio para vender el vehículo con la unidad de radioterapia al interior. En los días siguientes fueron detenidos dos sospechosos del robo.