Después de haber sido uno de los actores políticos más influyentes de México, Carlos Romero Deschamps desapareció de la vida pública en octubre del 2019, tras su renuncia a la dirigencia del STPRM, con al menos siete denuncias a cuestas por diversos delitos, entre ellos enriquecimiento ilícito. Habría fallecido este jueves de un infarto al miocardio.
Carlos Romero Deschamps, exdirigente sindical de Petróleos Mexicanos (Pemex) falleció este jueves [19.1023] a los 79 años de edad, confirmaron diversas fuentes a medios de comunicación. Hasta el corte de esta información el fallecimiento del exlíder sindical se mantiene como extraoficial.
Romero Deschamps dirigió el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde 1993 al 2019. Fue senador de la república por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en dos ocasiones y tres veces diputado. El exsindicalista habría fallecido a causa de un infarto al miocardio.
Romero Deschamps falleció con varias acusaciones por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. En octubre del 2019, a unos días de que el exlíder sindical presentó su renuncia al cargo que ocupó por más de dos décadas, Alejandro Gertz Manreo, fiscal General de la República confirmó que existían siete denuncias contra el exlíder sindical.
Desde octubre del 2016, 151 trabajadores denunciaron a Romero Deschamps y a 11 exdirigentes seccionales por el despojo de bienes que ascenderían a 150 millones de dólares. La denuncia fue ampliada en febrero del 2019. Ese mismo año, Proceso tuvo acceso a una carpeta de investigación en la que se le señalaba por varios presuntos delitos, entre ellos: delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, extorsión y defraudación fiscal.
Romero Deschamps estuvo constantemente rodeado de escándalos por corrupción y la vida de opulencia que llevaba. Uno de los episodios que marcaron la trayectoria del expriísta fue el Pemexgate, una red de corrupción mediante la que se financiaron las campañas presidenciales del excandidato priísta, Francisco Labastida Ochoa. En el año 2001 se reveló que el partido financió esta campaña gracias al desvió de 500 millones de pesos de los fondos del STPRM, entonces dirigido por Romero Deschamps.
Entre las propiedades que se le adjudicaron destacan un departamento de lujo, con una valor estimado de un millón y medio de dólares y un yate en Cancún, Quintana Roo, de un valor similar. El exsindicalista nunca enfrentó a la justicia por estas acusaciones.