El velo sobre la trágica vida de Britney Spears comienza a caer con la publicación de «The Woman In me». Durante años, la cantante estadounidense fue objeto de críticas por su comportamiento errático, sin considerar las causas que lo detonaban. Su libro reabre estos capítulos y la reivindica.
Britney Spears fue sometida a la tutela de su padre durante más de una década, en la que fue señalada por sus crisis emocionales, un viejo estigma que ha sido motivo para recluir en psiquiátricos a varias mujeres prominentes y del medio artístico cuando han expresado sus estados de ánimo de manera transparente.
Britney Spears pondrá a la venta su libro «The Woman In Me« [La mujer en mi] el próximo martes [24.10.23] en el que narra detalles de su carrera musical, el tormentoso proceso de tutela que sufrió y sus relaciones amorosas, entre ellas el noviazgo que tuvo con congénere, Justin Timberlake, que según narra en su texto autobiográfico, la embarazó cuando tenía 19 años de edad y la orilló psicológicamente a practicarse un aborto del que ella no estaba segura y que le implicó un daño emocional severo.
El New York Times obtuvo una copia del libro con las memorias de la cantante estadounidense en una tienda minorista y describió algunos detalles de las experiencias de vida de Britney Spears, quien cimbró los cimientos del pop a inicios de la década del año 2000.
Britney Jean Spears nació en McComb, Misisipi en 1981. Inició su carrera artística en el programa televisivo «The Mickey Mouse Club», en el año 1992. El 12 de enero de 1999, lanzó su primer álbum titulado «…Baby One More Time«, que la lanzó al estrellato y consolidó su meteórica carrera musical, cuando contaba con 17 años de edad.
Su segundo álbum, «Oops!… I Did It Again», rompió récords al vender 1.3 millones de copias durante la primera semana de su lanzamiento. Entre el 2000 y el 2003, Britney Spears se convirtió en un ícono del pop estadounidense, con un hit musical tras otro. Los expertos comenzaron a compararla con Madona y Michael Jackson, y auguraban que tendría una trayectoria similar, pero su éxito no resistió la primera década del 2000, marcada por un consumismo feroz, en el que la mayoría de los intérpretes que alcanzaron la fama durante los primeros cinco años del siglo XXI, no lograron sostener su fama.
El éxito de Britney Spears al inicio de se carrera estuvo relacionado con el culto a su belleza. Su imagen fue utilizada para grandes campañas publicitarias como la de la compañía PepsiCo. Sin embargo, los problemas personales eclipsaron el éxito de Britney cuando se encontraba en su mejor momento y causaron un fuerte impacto en su imagen física.
Las crisis nerviosas, sus problemas personales con sus parejas sentimentales, el deterioro físico y sus embarazos le cobraron factura, dejó de ser la «fantasía de todo adolescente» y la audiencia no lo toleró. Su aspecto descuidado le generó una ola de críticas, que no tomaron en cuenta las causas y la situación psicológica que la interprete del pop atravesaba.
DE PRINCESA DEL POP A VÍCTIMA DE CRÍTICAS
Uno de los incidentes que rompieron la imagen pública de la cantante ocurrió el 16 de febrero del 2007. Su exmarido, Kevin Federline, le negó visitar a sus hijos, una situación que la afectó de manera significativa. Britney manejó hasta el salón de belleza de Esther Tognozzi, en Tarzana, un distrito en el Valle de San Fernando, California, y pidió que le afeitaran la cabeza. Cuando la estilista se descuidó, la cantante tomó una máquina de afeitar y se rasuró ella misma. Había más de 70 fotógrafos afuera del establecimiento, quienes la asediaban de manera frecuente y seguían todos sus movimientos.
Cinco días después del incidente, los paparazis le continuaron asediando. Spears viajaba en un vehículo conducido por su prima y asistente cuando se detuvieron en una gasolinera. La cantante no pudo soportar más el acoso, bajó del vehículo con una larga sombrilla de color verde y tras pedirles que se retiraran, arremetió contra uno de los vehículos en los que viajaban los sujetos. Ambos incidentes se convirtieron en momentos icónicos de la cultura pop, sin que se tomaran en cuenta las causas que habían detonado esos comportamientos en la intérprete.
La depresión de Britney fue una fuente de contenido fácil para la prensa durante años. Los problemas que enfrentaba con su expareja la afectaron por un largo periodo. En 2008, Britney fue internada de manera involuntaria en dos hospitales psiquiátricos. Ese mismo año, la jueza Reva Goetz nombró a Jamie Spears, padre de la cantante y al abogado Andrew Wallet, cotutores de su patrimonio, y se le permitió al progenitor hacerse cargo de los cuidados de su hija, permaneciendo prácticamente prisionera por una década.
Fueron sus fans quienes pusieron en el centro de la atención mediática la situación en la que se encontraba Britney. En el año 2019, comienza a circular en las redes sociales el hashtag #FreeBritney. Ese mismo año, Wallet dimite como cotutor de la fortuna de la cantante. Después de una década de estar bajo una tutela invasiva, Britney acudió ante un juez para solicitar la conclusión de la medida.
JUSTIN TIMBERLAKE : EL ENGRANE EN EL SISTEMA
En el año 2021, su expareja, Justin Timberlake volvió a ser relacionado con la artista después de que el documental «Framing Britney Spears» sacó a la luz la crisis que atravesó tras la ruptura con el cantante en el año 2002. En febrero del 2021, el Justin se disculpó con Britney por contribuir con sus errores a un «un sistema que condona la misoginia y el racismo».
En entrevista con Page Six, Chris Applebaum, director del videoclip «Overprotected«, narró que la cantante se encontraba en pleno rodaje cuando recibió un mensaje de texto de Timberlake avisándole que terminaba con la relación. Britney desapareció del estudio durante unos minutos, cuando el director fue a buscarla en su camerino, ella estaba tirada en el suelo con el maquillaje corrido y el teléfono en sus manos. Britney le mostró el mensaje de Justin, que decía: «se acabó».
Las revelaciones de Britney han puesto a Timberlake en la lista de personas que dañaron psicológicamente a la cantante. El exmiembro de NSYNC había salido bien librado de la relación con Britney al dedicarle la canción «Cry me a river», en la que la señalaba de una presunta infidelidad, una acusación que implicó un costo mediático para la cantante.
La noticia del libro de Britney, que saldrá a la venta este martes, revela un ángulo distinto de la historia, en el que que Justin no es la víctima que los medios habían descrito. La versión de Britney reivindica su imagen al revelar las presiones de las que fue objeto para practicarse un aborto al quedar embarazada cuando tenía 19 años de edad. De acuerdo con el NYT, Spears narra en su libro que al enterarse de que estaba embarazada no lo consideró «una tragedia». Sin embargo, decidió abortar porque su exnovio Justin pensó que eran demasiado jóvenes para ser padres. El rechazo de Timberlake a la paternidad la orilló a tomar la decisión.
Los fans de la cantante especulan que la canción «Everytime«, que fue incluida en el álbum «In the Zone» (2003) está relacionada con el aborto que se practicó la cantante.
Las conjeturas proceden del video en el que Britney hace una revisión autobiográfica de los problemas que enfrentaba por el exceso de fama que tenía, así como los problemas con su pareja. En el minuto 1:24 del video, aparece Britney en una sala de hospital y al fondo se observa a una madre recibiendo en brazos a un bebé recién nacido. Sus seguidores sospechan que la cantante intentó comunicar de manera indirecta el trauma psicológico que le ocasionó perder a su bebé.
NO ES UN CASO AISLADO
La dura medida impuesta por la juez Goetz mediante la que otorgó la tutela de Britney a su padre por más de una década, justificada por el deterioro psicológico de la cantante, no es un caso aislado. Desde el siglo XIX existen varios casos de mujeres que fueron recluidas en psiquiátricos sin requerirlo, o sometidas a procedimientos como la lobotomía.
La famosa poetisa y escritora Sylvia Plath fue sometida a tratamientos psiquiátricos en la década de 1950. Su novela semi-autobiográfica «The Bell Jar« se basa en gran medida en sus experiencias con la depresión y el tratamiento psiquiátrico.
La actriz estadounidense Frances Farmer fue internada en un hospital psiquiátrico contra su voluntad en la década de 1940. Se alegó que tenía problemas mentales, pero posteriormente se descubrió que las acusaciones eran exageradas.
Farmer fue acusada de comunista al realizar un viaje a Moscú. En 1935, la Paramount le ofreció un contrato por siete años. Se casó con el actor Leif Erickson, de quien se divorció en 1942. A partir de su separación se vio envuelta en varios escándalos. Fue arrestada por conducir ebria, un peluquero la denunció por supuestamente golpearlo, durante la audiencia agredió al juez y a unos policías. Debido su comportamiento hostil, fue internada en un hospital psiquiátrico de Los Ángeles y se le diagnosticó psicosis maníaco-depresiva y esquizofrenia paranoica. Después de nueve meses de permanecer recluida, logró escaparse del centro. Intentó regresar con su familia pero volvió a ser recluida en una institución en Washington, donde le practicaron electroshocks.
Existe una versión de que Farmer fue violada con el consentimiento de los médicos y de que le practicaron una lobotomía. La actriz terminó trabajando por un tiempo como recepcionista. En la década de 1960, regresó a la televisión pero fue despedida de nuevo por su comportamiento.
Aunque Rosemary Kennedy no es del medio artístico, sufrió una dura condena por su condición mental. La hermana del expresidente John F. Kennedy fue sometida a una lobotomía que la dejó afectada de por vida para no afectar la carrera política del demócrata.
Los cambios de humor que presentaba fueron la justificación de su padre para afirmar que había nacido con un leve retraso mental. Sin embargo, Rosemary era una joven sociable, a la que le gustaba salir de fiesta. Preocupado porque la joven quedara embarazada y afectara la carrera de su hermano, su padre la sometió a una lobotomía que la dejó con una edad mental de dos años.