El cacao es una de los frutos más codiciados por la industria alimenticia a nivel global. Sin embargo, su cultivo sigue presionado por la deforestación, el cambio climático y el uso de agroquímicos. Además de que la explotación infantil en los cultivos de África Occidental se mantiene en aumento.
El cacao es una planta de clima cálido. Si las temperaturas son menores a 15 grados y mayores a 38 en el lapso del día, su producción comienza a verse amenazada. Di la sequía se extiende por más de dos meses y las lluvias son menores a 1,500 mm, se requiere de sistemas de riego sofisticados. Debido a que es una planta tropical requiere de humedad mayor a 70 por ciento, pero si se excede de 85 por ciento puede desarrollar enfermedades fungosas como la monilia y la mazorca negra. Por estas características el cacao solo puede cultivarse en una delgada franja del ecuador.
El cambio climático, la deforestación, el uso de agroquímicos y la pérdida de biodiversidad amenazan el cultivo del cacao a nivel global. Voice Network advirtió en su informe Cocoa Barometer en 2022 que la sustentabilidad del cultivo del cacao enfrenta estas problemáticas desde hace años, aunque las preocupaciones sobre el medio ambiente son relativamente recientes.
La deforestación afecta a los bosques de Costa de Marfil, Ghana, las cuencas del Congo y el Amazonas y las selvas de Indonesia, países consolidados junto a Ecuador como los principales productores de este fruto. La organización considera que la única forma de revertir la deforestación es la regulación, el respeto por los derechos humanos y la consideración de los pequeños terratenientes.
En 2022, la deforestación y el cambio de los patrones de precipitación afectaron la producción de África Occidental. Los agroquímicos han sido ampliamente utilizados para incrementar la producción. Sin embargo, la organización considera que no ha tenido efectos visibles en los ingresos. Los grupos de población más expuestos a los agroquímicos son las mujeres y los niños, debido a que el cultivo de cacao enfrenta problemas de explotación infantil.
De acuerdo con Voice Network, en 2022 había 1,5 millones de menores de edad trabajando en las áreas de cultivo de Ghana y Costa de Marfil y la cifra continúa en incremento. En África Occidental existen numerosas mujeres que dirigen campos de cultivo, pero su trabajo no es remunerado de manera justa y la organización social de estas comunidades impiden que las mujeres puedan obtener negocios viables del cultivo de cacao. Los apoyos externos incluso podrían incrementar la falta de equidad por lo que son necesarias apoyos con perspectivas de género.