Tres personas, entre ellas una enfermera del IMSS y una niña de 8 años, murieron en Nuevo Laredo presuntamente a manos de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional. Los hechos, denunciados por el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, ocurrieron durante operativos militares y persecuciones el pasado fin de semana.
Raymundo Ramos, director del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), informó que, además de Yuricie Rivera Elizalde, enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), otras dos personas habrían muerto presuntamente a manos de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el pasado fin de semana.
En entrevista con la periodista Azucena Uresti para Radio Fórmula, Ramos mencionó el caso de dos presuntas víctimas: una niña de 8 años, identificada como Lidia Iris Fuentes Galván, quien habría fallecido luego de que el vehículo en el que viajaba quedara atrapado durante una persecución en la que los militares abrieron fuego contra los sospechosos.
La tercera víctima habría sido un adolescente de 18 años, identificado como Diego Alfredo «N». El joven fue hallado dentro de la cajuela del vehículo que los militares perseguían. Se presume que habría sido secuestrado, y además presentaba signos de tortura y no portaba armas.
Hasta el momento, ni la Sedena ni la Guardia Nacional han emitido un posicionamiento, lo que contrasta con el incidente del 2 de octubre, cuando dos militares dispararon contra un grupo de migrantes en Chiapas, y el Ejército informó que los involucrados fueron puestos a disposición de las autoridades.
El caso de Yuricie Rivera trascendió en los medios después de que su esposo, Víctor Manuel Carrillo Martínez, denunciara el crimen. Rivera Elizalde, de 46 años, era enfermera del IMSS. El 11 de octubre, mientras se dirigía con su esposo e hijo a casa de una amiga en una camioneta Chevrolet Equinox 2015, fueron interceptados por militares en la avenida Eva Sámano, en la intersección con la calle Villagrán.
Según Víctor Carrillo, al notar la presencia de los soldados, redujeron la velocidad y avanzaron unos metros más. Al llegar al cruce con la calle Miquihuana, los militares comenzaron a disparar. Una de las balas impactó en el rostro de Yuricie Rivera, quien murió en el lugar.
El CDHNL relató que un día después del incidente, elementos de la Guardia Nacional y el Ejército participaron en una persecución en el fraccionamento Palmares de Nuevo Laredo, poco después de las 19:00 horas, durante la cual un vehículo, en el que viajaban Lidia Galván Reséndiz y su nieta Lidia Iris, quedó atrapado. Según el relato del activista, “el vehículo [de las víctimas] es impactado tanto por el vehículo particular de los civiles como por una patrulla de la Guardia Nacional. Los civiles escapan, bajan de una camioneta tipo Suburban, escapan y los guardias nacionales siguen disparando en dirección a ese vehículo; pero queda de frente la abuelita de la niña Lidia Galván y la niña Lidia Iris, de 8 años.
«La abuelita refiere en entrevista con el Comité de Derechos Humanos que fueron guardias nacionales los que le dispararon, que al momento de los disparos, ella protege a su nieta, la pone debajo del asiento, pero no pudo evitar que una bala le le pegara en la cabeza.”. La niña fue trasladada al Hospital General de Nuevo Laredo, donde falleció.
Diego Alfredo «N» fue encontrado dentro la cajuela de la camioneta que presuntamente era perseguida por los militares. Según el CDHNL, en «el vehículo donde iban los civiles armados había una persona en la cajuela, aparentemente en calidad de secuestrado que también resulta muerto por las balas disparadas por los guardias nacionales este es un joven de 18 años», señaló Ramos.
