Maricarmen G., quien se presenta como oncóloga pediátrica en la fundación Una Nueva Esperanza, fue denunciada por internautas por ejercer sin la especialización correspondiente. Aunque su cédula profesional la acredita como médico cirujano, ha atendido a niños con cáncer durante más de seis años sin contar con los estudios necesarios. La Secretaría de Salud de Puebla ha iniciado una investigación por presunta usurpación de funciones, un delito contemplado en el Código Penal estatal.
Internautas han denunciado a Maricarmen G., quien se presenta como oncóloga pediatra en la fundación «Una Nueva Esperanza», ubicado en Reserva Territorial Atlixcáyotl, en la capital de Puebla y que se dedica al apoyo de niños con cáncer. Sin embargo, se ha descubierto que ella solo cuenta con estudios como médico cirujano, sin la especialización necesaria para ejercer en oncología pediátrica.
El caso fue expuesto en un video publicado por Salud FM, en el cual se acusa a María del Carmen G. de usurpación de profesión. La denuncia ha provocado que la Secretaría de Salud del Estado de Puebla, a través de la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios (DPRIS), inicie una investigación en su contra. Según las autoridades, María del Carmen G. se ostenta como oncóloga pediátrica en la mencionada fundación a pesar de que solo posee una cédula profesional como médico cirujano, expedida en 2008.
La secretaria de Salud del estado, Araceli Soria Córdoba, confirmó que la investigación fue abierta tras las denuncias periodísticas que evidencian la presunta usurpación de funciones de la acusada. “La DPRIS ya está realizando los procedimientos de investigación, y en cuanto tengamos resultados, confirmaremos si esta denuncia es válida o no”, declaró Soria Córdoba según Salud FM.
Este caso se suma al escándalo previo relacionado con la “pseudo” psiquiatra Marilyn Cote, lo que pone nuevamente bajo escrutinio la supervisión de profesionales en el ámbito de la salud en Puebla. María del Carmen G. lleva más de seis años atendiendo a menores con cáncer en «Una Nueva Esperanza» sin contar con la especialización académica necesaria para ejercer como oncóloga pediátrica, lo que, según el Código Penal del Estado Libre y Soberano de Puebla, podría constituir un delito de usurpación de profesiones, conforme al artículo 258.
Además de las irregularidades en su formación, fuentes cercanas a Salud FM señalan que María del Carmen G. ha mostrado actitudes despóticas y falta de empatía hacia los pacientes y sus familias. Estas actitudes, según testimonios, han generado temor entre los padres y madres de los niños atendidos, quienes no han levantado la voz por miedo a perder los apoyos brindados por la fundación.
La denuncia también ha sido respaldada por la información obtenida del Registro Nacional de Profesiones, que confirma que María del Carmen G. solo está acreditada como médico cirujano. En una receta médica publicada por Salud FM, se puede ver cómo la acusada se presenta como oncóloga pediatra, pero únicamente coloca su cédula profesional como médico cirujano.
Este caso subraya la importancia de garantizar que los profesionales de la salud cuenten con la formación adecuada para ejercer, especialmente en áreas tan sensibles como la oncología pediátrica, y pone en evidencia las deficiencias en la regulación de las profesiones en el sector salud en Puebla.
«UNA NUEVA ESPERANZA» RESPONDE
Ante los señalamientos, la fundación «Una Nueva Esperanza» ha emitido un comunicado reafirmando su compromiso con la salud y el bienestar de los niños con cáncer. En el comunicado, expresaron: «En Una Nueva Esperanza (UNE), nuestra prioridad desde hace 25 años ha sido y seguirá siendo garantizar la seguridad, la salud y el bienestar de los niños y niñas que enfrentan el reto del cáncer». Aseguraron que el modelo de trabajo de la fundación no se basa en ofrecer servicios hospitalarios, sino en proporcionar apoyo integral y acompañamiento a las familias.
Además, destacaron que están cooperando con las autoridades para esclarecer la situación y garantizar la transparencia en sus procedimientos. «, hemos iniciado una revisión exhaustiva de nuestros expedientes, lo que nos ha permitido confirmar que no se han cometido malas prácticas ni omisiones en la atención brindada», señalaron.
La fundación agradeció la confianza de las familias, donadores y aliados, y subrayó su compromiso de seguir trabajando con responsabilidad y amor por la comunidad.
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