El gobierno de Estados Unidos declaró el 7 de enero de 2025 que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) cometieron genocidio en Darfur durante el conflicto que azota a Sudán desde abril de 2023. Además, impuso sanciones al comandante de las RSF, Mohammed Hamdan Dagalo, y a siete empresas vinculadas a su liderazgo, responsabilizándolos por crímenes atroces contra la población sudanesa.
La organización Human Rights Watch (HRW) calificó estas medidas como un avance significativo hacia la rendición de cuentas. Según la organización, las RSF han perpetrado crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en todo Sudán, incluyendo asesinatos étnicos sistemáticos, violencia sexual y desplazamientos masivos en Darfur Occidental. HRW ha documentado evidencia que sugiere una intención genocida por parte de las RSF y ha pedido investigaciones adicionales para profundizar en estos hallazgos.
Nicole Widdersheim, subdirectora en Washington de Human Rights Watch, destacó la importancia de la medida y la necesidad de un cambio en la política estadounidense hacia Sudán. “El anuncio del Departamento de Estado debería ser el primer paso para redefinir la política de Estados Unidos en Sudán, colocando la rendición de cuentas y la protección de civiles en el centro”, afirmó Widdersheim. Asimismo, exhortó a que se ejerza mayor presión tanto sobre las partes en conflicto como sobre aliados clave, como Emiratos Árabes Unidos, para frenar la transferencia de armas hacia Sudán.
Human Rights Watch instó a Estados Unidos a compartir pruebas con la Misión de Determinación de Hechos de la ONU en Sudán y con la Corte Penal Internacional (CPI), para que se promueva la justicia que las víctimas de Darfur merecen. También abogó por ampliar las sanciones a otros actores responsables de bloquear la ayuda humanitaria o de violar el embargo de armas impuesto a la región.
Las RSF son una fuerza paramilitar surgida de las milicias Janjaweed, responsables de graves crímenes durante el conflicto de Darfur. Originalmente operaban bajo el gobierno de Sudán y estaban vinculadas al Servicio Nacional de Inteligencia y Seguridad, aunque en operaciones militares eran comandadas por las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF). Desde 2019, están lideradas por el general Mohammed Hamdan Dagalo, conocido como «Hemedti».
En el marco de la crisis política sudanesa de 2019, las RSF fueron empleadas por la junta militar para reprimir violentamente manifestaciones prodemocracia, incluido el masacre de Jartum el 3 de junio de ese año. Más recientemente, el 15 de abril de 2023, estallaron combates entre las RSF y las SAF tras la movilización de las fuerzas paramilitares en ciudades clave de Sudán, incluyendo Darfur. Las SAF han calificado a las RSF como un grupo rebelde, mientras estas aseguran haber ocupado áreas estratégicas como el Aeropuerto Internacional de Jartum.
Las RSF han sido señaladas por organizaciones como Human Rights Watch por cometer crímenes de lesa humanidad, incluidos asesinatos étnicos, violencia sexual y desplazamientos masivos en Darfur. Estas atrocidades, documentadas en el actual conflicto, llevaron a Estados Unidos a declarar genocidio y a imponer sanciones a Dagalo y su red de empresas.