Este martes, Mark Zuckerberg, CEO de Meta, dio a conocer que realizaría una serie de modificaciones a sus políticas de moderación, las cuales incluyen la eliminación de verificadores de información o fact-checkers y su sustitución por el sistema de notas comunitarias implementado por X. Esta medida tiene como principal propósito, según explicó, retornar a los principios de protección del derecho a la libertad de expresión.
Los fact-checkers son especialistas que analizan la información publicada en medios de comunicación y redes sociales para verificar que los datos aportados sean verídicos. Sin embargo, Zuckerberg admitió que, aunque la labor de estos especialistas es legítima, su trabajo se vio afectado por sesgos políticos, lo que provocaba que reaccionaran de acuerdo a sus propias ideologías ante ciertos contenidos. Las nuevas políticas de Meta implican que se reducirá la remoción de contenidos por cuestiones políticas o ideológicas, aunque Zuckerberg aclaró que lo que se busca es ampliar la libertad de expresión en sus plataformas. Las reacciones de los fact-checkers y de algunas organizaciones civiles fueron de rechazo a estas políticas, argumentando que se atentaba contra la democracia y que se buscaba evadir la regulación de las empresas tecnológicas por parte de los estados.
Las reacciones de estas organizaciones son un ejemplo de politización y de sesgo interpretativo frente a argumentos que no coinciden con los de los verificadores o fact-checkers, lo que constituye un ejemplo en tiempo real de las problemáticas que enfrentaba Meta respecto a los sesgos políticos.
¿Qué tanto se distorsionó el anuncio de la eliminación de fact-checkers por Meta?
La reacción de algunas organizaciones sociales al anuncio de Mark Zuckerberg sobre la revisión de las políticas de moderación de contenidos de Meta presenta varias imprecisiones y errores en relación con las modificaciones que la empresa propuso, tal como se detallaron en su comunicado. A continuación, se identifican y analizan las reacciones que no coinciden con los cambios anunciados.
Motivaciones políticas y manipulación del momento
Algunas ONGs sugieren que el anuncio de Zuckerberg refleja un intento de satisfacer intereses políticos específicos, especialmente en relación con el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump y las críticas de los conservadores a la moderación de contenido en plataformas. Sin embargo, el anuncio de Meta no se centra exclusivamente en una supuesta relación con intereses políticos de un solo partido o figura política. En realidad, Meta ha expresado su intención de revisar las políticas de moderación para adaptarse a un entorno global más diverso, reconociendo que la moderación de contenidos debe ser contextualizada en distintas regiones y legislaciones. No se menciona explícitamente una estrategia para «apaciguar» a una facción política en particular, sino más bien un enfoque hacia una moderación más flexible y acorde con diversas normativas internacionales.
Críticas a los verificadores de datos
Las ONGs se oponen a la eliminación del uso de verificadores de datos, citando que esto podría abrir la puerta a la proliferación de contenido falso. Sin embargo, en el comunicado de Meta no se indica que los verificadores de datos sean eliminados por completo. Lo que Zuckerberg anunció fue una revisión del proceso, con un enfoque en permitir mayor autonomía a los creadores de contenido y no depender exclusivamente de verificadores externos, sino de un sistema más colaborativo. Esto no implica necesariamente un desentendimiento con la veracidad, sino una modificación de los métodos para gestionar la información.
Enfoque hacia la moderación de contenido político
La crítica de las ONGs de que los cambios se alinean con los intereses de los conservadores de EU y la supresión de los puntos de vista liberales, no refleja con precisión los cambios que Meta ha propuesto. Zuckerberg ha enfatizado que los cambios buscan permitir una mayor diversidad de contenido político, pero no han sido presentados como una respuesta a las críticas de un solo grupo político. En vez de un retroceso en la moderación, se trata de un enfoque más matizado que busca una participación política más amplia sin caer en la censura excesiva o la manipulación de la información.
Colaboración con el presidente Trump
La acusación de que Zuckerberg está buscando alinearse políticamente con Donald Trump al hablar de «contrarrestar gobiernos que persiguen a las empresas estadounidenses» parece descontextualizada. Meta ha sido coherente en expresar que, como empresa global, se ve afectada por las normativas en distintas regiones, y que tiene la responsabilidad de defender la libertad de expresión frente a presiones externas, incluidas aquellas de gobiernos que podrían querer censurar contenido. Esto no debe interpretarse como una defensa exclusiva de los intereses del expresidente Trump, sino como una defensa general de la libertad de expresión frente a regulaciones que pueden ir en contra de la innovación y la transparencia.
Crítica a la legislación europea (DSA y DMA)
En cuanto a las críticas a la legislación europea, especialmente la Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA), las ONGs parecen malinterpretar las intenciones de Meta. El DSA y la DMA, que tienen como objetivo mejorar la transparencia y la competencia en los servicios digitales, son vistos por Meta como oportunidades para ajustarse a un marco regulatorio más claro. Si bien Meta puede no estar completamente de acuerdo con todas las disposiciones de estas leyes, el texto de Meta no las describe como una forma de censura, sino más bien como un intento de equilibrar los intereses corporativos y la regulación para la protección de los derechos de los usuarios.
Libertad de expresión vs. control de contenido
La acusación de que Meta prioriza los intereses corporativos sobre los derechos humanos no refleja con precisión la orientación de los cambios anunciados. La revisión de las políticas no está dirigida a eliminar la moderación de contenido, sino a hacerla más responsable y menos propensa a decisiones unilaterales automáticas. Meta ha subrayado que el enfoque será más inclusivo y diverso, con el objetivo de mejorar la participación de los usuarios y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad y la fiabilidad del contenido. De hecho, las notas comunitarias que sustituirán a los verificadores en EU, colocan a los usuarios al centro.
Vinculación entre la eliminación del programa y la censura
Meta no calificó la verificación de hechos como censura, sino que argumentó que la implementación del programa podría haberse utilizado como una herramienta de censura en algunas ocasiones. La crítica malinterpreta el comunicado, omitiendo el matiz de que Meta se refiere a un problema en la percepción y aplicación del sistema, no al proceso de verificación en sí.
Referencia al impacto positivo del etiquetado de contenido
El informe destaca el éxito del etiquetado. Es válido señalar que Meta previamente defendió el impacto positivo del etiquetado en informes públicos, lo que pone en cuestión la coherencia de sus argumentos actuales. Aun así, se omite reconocer que Meta enfatizó la necesidad de explorar nuevos enfoques, como Community Notes.
Subestimación de los errores del programa
El porcentaje mencionado es relativamente bajo, pero Meta destacó no solo los errores, sino también la percepción negativa del programa entre usuarios, lo que podría ser una razón válida para replantearlo.