Entre cubetadas y banda: pobladores de Huajúmbaro reciben a presuntos integrantes del CJNG durante Sábado de Gloria

Entre cubetadas y banda: pobladores de Huajúmbaro reciben a presuntos integrantes del CJNG durante Sábado de Gloria

En plena celebración del Sábado de Gloria, pobladores de este pequeño poblado del municipio de Hidalgo recibieron con música, agua y alcohol a presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Los hombres armados, a bordo de dos camionetas y con equipo táctico, fueron captados en video mientras avanzaban por la calle principal, sin oposición de las autoridades ni señales de alarma entre los asistentes.

En plena Semana Santa, la celebración del Sábado de Gloria transcurrió con cubetadas, música en vivo y la presencia visible de hombres armados que, sin esconderse del todo, cruzaron las calles del poblado a bordo de dos camionetas tipo pick-up, mientras vecinos les arrojaban agua y les ofrecían botellas de alcohol. Era una fiesta.

Los videos comenzaron a circular ese mismo día en redes sociales. En ellos, se observa a sujetos con chalecos tácticos y armas largas. Algunos llevan el rostro cubierto. Las siglas “CJNG” se distinguen en sus uniformes. No hacen disparos, no bajan de las camionetas. Tampoco huyen. Avanzan lentamente por la carretera San José–Huajúmbaro, justo frente a la parroquia de San Isidro Labrador. Los recibe una comunidad en ambiente de fiesta, con música de banda y menores correteando por la calle.

De fondo suena la banda Orgullo Tarasco, que transmite en vivo desde su página de Facebook. Aunque la cámara no enfoca a los hombres armados, sí muestra el lugar donde todo ocurre. En su cuenta oficial escriben: “Si pasan por Huajumbaro, Mich. tengan cuidado porque hay banda, chelas y mucha agua para mojar a los que transiten por aquí”.

La escena, aunque insólita, no es nueva. Michoacán ha sido escenario de otras interacciones entre civiles y miembros de organizaciones criminales. En esta ocasión, los vecinos no se esconden, no corren. Los saludan con agua. Es Sábado de Gloria y la costumbre dicta que mojar al prójimo ayuda a purificar el alma.

Pero no hay registro de violencia. Ningún disparo, ningún lesionado. Tampoco hay pronunciamientos de las autoridades municipales. La escena pasó sin intervención oficial, como si lo ocurrido fuera parte de la normalidad local.

El video no deja mucho margen para interpretaciones. Se muestra a la comunidad festejando. A un lado, los rifles. Al otro, las cubetas. Esta interacción apunta a una realidad que ha sido documentada por años: la construcción de bases sociales por parte del crimen organizado. En regiones donde escasean las oportunidades y la presencia del Estado es mínima, los grupos del narcotráfico llenan el vacío con dinero, favores o simple tolerancia.

En Huajúmbaro no hubo tiros ni enfrentamientos. Solo una procesión motorizada, saludada con agua y banda, en medio de una festividad religiosa. Como si la violencia se hubiera tomado un descanso. Como si la fiesta no tuviera nada de raro.

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