En el documento, el FMI anticipa que la economía mexicana se contraerá 0.3% en 2025, una caída de 1.7 puntos porcentuales respecto a su estimación previa de enero, cuando se proyectaba un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1.4%. Esta corrección representa la mayor revisión a la baja para cualquier país analizado en el informe.
El organismo internacional señaló que, tras una etapa de relativa estabilización, la economía mundial enfrenta un entorno marcado por incertidumbre sin precedentes, donde los gobiernos están reordenando sus prioridades de política en medio de un contexto de tensiones geopolíticas y comerciales crecientes.
En comparación con la actualización de enero, las perspectivas económicas globales han sufrido revisiones significativas a la baja. Entre los factores identificados se encuentran las tasas arancelarias efectivas, que se ubican en niveles no vistos en un siglo, y un entorno sumamente volátil. Además, se prevé que la inflación mundial disminuirá más lentamente de lo previsto anteriormente.
El FMI advierte que los riesgos negativos dominan el panorama económico, con una escalada de las tensiones comerciales, ajustes en los mercados financieros y el posible deterioro de la confianza internacional. Un recrudecimiento de la guerra comercial y una creciente incertidumbre en torno a la política económica global podrían impactar negativamente tanto en el crecimiento a corto como a largo plazo.
Ante este escenario, el informe recomienda que los países trabajen juntos para promover un entorno comercial estable, impulsar la cooperación internacional y corregir los desequilibrios estructurales internos. Entre las medidas sugeridas están las políticas que incentiven el envejecimiento saludable, la incorporación de mujeres y adultos mayores al mercado laboral, así como una mejor integración de migrantes y refugiados, lo cual podría elevar la productividad y atenuar las presiones fiscales.
El informe aclara que las proyecciones del capítulo 1 y el Apéndice estadístico del WEO de abril de 2025 se basan en información disponible hasta el 14 de abril de 2025, aunque advierte que algunos datos podrían haber cambiado posteriormente.
Con esta revisión, el FMI reafirma la fragilidad del contexto económico internacional y llama a adoptar estrategias conjuntas para evitar un mayor deterioro de la estabilidad financiera mundial.