En enero de 2023, el reloj del Juicio Final avanzó 10 segundos debido al conflicto en Ucrania y el cambio climático. La Junta de Ciencia y Seguridad se encuentra a unos días de realizar el próximo ajuste, tras un año convulso, donde los conflictos armados escalaron de maneras no vistas en el siglo, como es el caso de Gaza.
El 24 de enero, la Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín de Científicos Atómicos adelantó las manecillas del Reloj del Juicio Final, debido a los riesgos que representa para el mundo el conflicto en Ucrania. El reloj se encuentra a 90 segundos de la medianoche, lo más cerca que ha estado de una catástrofe global desde que fue creado.
A unos días de un nuevo ajuste del reloj del apocalipsis, la guerra en Ucrania se ha ralentizado. Sin embargo, durante 2023, otros conflictos surgieron con una escala de destructividad y violencia mayor, es el caso del conflicto en Gaza, considerado por expertos como el más mortífero del siglo XXI. Los científicos de la Junta se encuentran a unos días de realizar el próximo ajuste, con un contexto geopolítico volátil.
La Junta de Ciencia y Seguridad (SASB, por sus siglas en inglés) fue fundada en 1945 por Albert Einstein y científicos que colaboraron en el diseño de las primeras bombas atómicas. Dos años después (1947) fue creado el reloj del Juicio Final para medir el grado de amenazas de índole nuclear y a partir del 2007 se incluyó el cambio climático. La hora apocalíptica se ajusta cada año, y con cada ajuste, se acerca más a las 12 de la noche. En el 2018, el reloj fue adelantado tres minutos, en 2020 avanzó 20 segundos y en 2023, otros 10 segundos, lo más cerca que ha estado de la medianoche en su historia.
En el ajuste del 2020 se consideró la pandemia, pero también la propagación de noticias falsas o fake news. La Junta del SASB toma la decisión de ajustar el reloj tras consultar a la Junta de Patrocinadores que incluye a 10 premios Nobel
En 2023, las manecillas del reloj avanzaron debido al conflicto en Ucrania. Según los científicos, el conflicto entre Rusia y su vecino pudo entrar en una fase más intensa, al estar ambas partes convencidas de que podían ganar la guerra. Los científicos destacaron que las amenazas veladas de Rusia de utilizar armas nucleares implican un riesgo, no solo de manera intensional, sino también al existir posibilidad de que ocurran accidentes o errores de cálculo. Por este motivo, la Junta consideró que la posibilidad de que el conflicto se saliera de control fue alta a inicios de 2023.
La Junta responsabilizó a Rusia de incrementar el riesgo nuclear al extender el conflicto a zonas cercanas a Chernobyl y Zaporiyia, donde existen plantas de energía nuclear. De acuerdo con los científicos, con esta acción, Rusia habría trasgredido los protocolos internacionales de seguridad nuclear.
Aunque no hubo una escalada en el conflicto como la anticipada por la Junta, persiste un riesgo señalado por los científicos. En febrero de 2026 concluye el último tratado sobre armas nucleares entre Rusia y Estados Unidos. Si ninguna de las partes reinicia las negociaciones, la Junta teme que aumente el peligro nuclear, ya que se eliminarán las inspecciones mutuas, y puede aumentar la desconfianza y reactivarse la carrera de armas nucleares.
Los científicos consideraron que el conflicto en Ucrania ha socavado los esfuerzos globales para combatir el cambio climático. Las acusaciones de Rusia respecto a que Ucrania podría estar utilizando armas radiológicas, químicas y biológicas, despertó la preocupación de los expertos de que el Gobierno de Vladimir Putin también las esté desarrollando.
«La invasión rusa de Ucrania ha aumentado el riesgo de uso de armas nucleares, ha planteado el espectro del uso de armas biológicas y químicas, ha paralizado la respuesta mundial al cambio climático y ha obstaculizado los esfuerzos internacionales para abordar otras preocupaciones globales. La invasión y anexión del territorio ucraniano también han violado las normas internacionales de maneras que pueden alentar a otros a tomar medidas que desafían entendimientos previos y amenazan la estabilidad», concluyó la Junta en enero de 2023.