Tras años de lucha y resistencia, se inaugura la presa El Zapotillo sin inundar Temacapulín

Tras años de lucha y resistencia, se inaugura la presa El Zapotillo sin inundar Temacapulín

La presa El Zapotillo en Jalisco fue inaugurada tras más de una década de lucha de los pueblos de Temacapulín, Acasijo y Palmarejo, que lograron evitar que sus viviendas, su tierra y su historia fueran inundadas. El comité «Salvemos Temaca» pasará la historia jalisciense como uno de los movimientos sociales de mayor resistencia frente al despojo y la intimidación del Estado. 

Tras más de una década de lucha, Temacapulín, Acasijo y Palmarejo lograron sobrevivir frente a la amenaza de ser inundados y este sábado fue inaugurada la presa de El Zapotillo, en Jalisco que abastecerá a la Zona Metropolitana de Guadalajara con tres metros cúbicos por segundo. 

A la inauguración asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador; la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo; y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien fue abucheado. 

El proyecto de la presa El Zapotillo surgió durante el sexenio del exprimer mandatario, Vicente Fox Quesada. En el año 2006, el “Proyecto para agua potable de Los Altos de Jalisco y León, Guanajuato” establecía que el embalse permitiría abastecer de agua a un sector industrial de Guanajuato. Para lograr este objetivo, se requeriría inundar a las poblaciones de Temacapulín, Acasijo y Palmarejo quienes por 15 años lucharon por impedir que sus localidades desaparecieran bajo el agua. 

En un primer momento, el proyecto impulsado por la Comisión Nacional de Agua (Conagua) y los gobiernos de Jalisco y Guanajuato consistía en construir una cortina de 80 metros de altura sobre el río Verde y un acueducto de 140 kilómetros de longitud, desde la zona alteña de Jalisco hasta León, Guanajuato. Después se amplió el proyecto para llevar agua a otras localidades de Los Altos y Guadalajara, por lo que la altura de la cortina se elevó a 105 metros. 

Avance de la construcción de la presa El Zapotillo en el año 2010. Foto: Ivonne Ojeda

Los habitantes de las tres poblaciones serían reubicados sin remedio. Sin embargo, la población realizó una intensa movilización que impidió que esto sucediera. 

Habitantes de Temacapulín, Acasijo y Palmarejo protestan frente a la Conagua en el año 2008. Foto: Ivonne Ojeda.

EXCESOS DE LOS GOBIERNOS PANISTAS

El proyecto arrancó sin que se realizara una Manifestación de Impacto Ambiental, sin decreto de expropiación de tierras afectadas y sin autorización para la construcción de una cortina de 105 metros de altura. En el año 2008, las empresas Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y La Peninsular Compañía Constructora, propiedad de Carlos Hank, obtuvieron la licitación para iniciar la obra. 

Avance de la presa El Zapotillo en el año 2013. Foto: Ivonne Ojeda

Con tal de que el proyecto continuara las autoridades incluso propusieron trasladar la iglesia de Temacapulín piedra por piedra a Talicoyunque, debido a su valor histórico. Durante años, los habitantes de las poblaciones afectadas fueron presionados para que vendieran sus viviendas al Gobierno y se trasladaran al nuevo centro de población. 

Tras la celebración del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder), se conformó el comité “Salvemos Temaca, Acasijo y Palmarejo” y a través de amparos, los habitantes lograron impedir que las viviendas fueran inundadas  o expropiadas. El gobierno municipal de Cañadas de Obregón, donde fue situada la presa de El Zapotillo, denunció a la Conagua y la Comisión Estatal del Agua de Jalisco (CEA) por iniciar la obra sin tramitar el permiso correspondiente, tanto en el caso del embalse como del nuevo centro de población. 

Habitantes de Temacapulín, Acasijo y Palmarejo protestan en Guadalajara contra la construcción de la presa El Zapotillo en el año 2011. Foto: Ivonne Ojeda.

En 2009, el caso fue denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) emitió la recomendación 35/2009 que fue ignorada por el Gobierno local, entonces encabezado por el panista Emilio González Márquez. 

En 2010, Temacapulín fue la sede del Tercer Encuentro Mundial de los Afectados por las Presas, al que asistieron representantes de 63 países. Con apoyo de otras poblaciones, los habitantes de Temacapulín, Acasijo y Palmarejo tomaron las instalaciones de El Zapotillo, e instalaron un plantón en el interior del terreno donde se realizaba la obra. Durante dos semanas, los participantes de la protesta, entre los que había familias completas con menores de edad, fueron amenazados de ser reprimidos. 

Plantón de habitantes de Temacapulín, Acasijo y Apalmarejo en la obra de El Zapotillo en 2010 que impidió que los trabajos continuaran por 15 días. Foto: Ivonne Ojeda.

Oliver Schutter, entonces relator de Derecho a la Alimentación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), visitó la localidad y concluyó que en el nuevo centro de población no se garantizaban las condiciones para que los habitantes pudieran continuar con sus actividades agrícolas. 

Construcción de la presa El Zapotillo en el año 2013. Foto: Ivonne Ojeda.

A pesar de la movilización de los pueblos y la crítica internacional, el proyecto de El Zapotillo continuó con modificaciones que implicaron la construcción de seis ventanas vertedoras en colaboración con técnicos de las comunidades, que impiden que la presa tenga una altura de más de 80 metros y que las poblaciones se inunden.