Nueve personas, entre ellas siete indígenas que defendían su derecho a un trabajo digno en el Centro Histórico de Querétaro, fueron detenidas de manera arbitraria durante un operativo denominado «Centro Histórico», parte del Plan «Orden» impulsado por autoridades locales para despejar la zona de comercio ambulante.
En Querétaro, nueve personas, incluyendo siete indígenas de la organización Bloque Disidente, un defensor de derechos humanos y una persona solidaria, fueron detenidas en un operativo denominado «Centro Histórico», en el marco del Plan «Orden» para el Centro de la ciudad. Las autoridades locales, en un despliegue encabezado por el Secretario Técnico de la Secretaría de Gobierno, Juan Carlos Arreguín, afirmaron que este operativo tiene como propósito la “revalorización” y “recuperación” de los espacios públicos.
Las acciones derivaron en el desalojo violento de indígenas Ñañhu que, según testimonios, ejercen su derecho a un trabajo digno en la zona y han defendido sus espacios laborales durante años.
Detención de Integrantes de Bloque Disidente
A las 11:00 a.m., autoridades municipales procedieron a la detención de cuatro indígenas: Esteban Vargas Vargas, César Islas Pacheco, Edgar Chino Ciriaco y Sergio Laureano Francisco, quienes se encontraban en el Centro de Querétaro. En esta intervención, se denunció el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, incluyendo el empleo de perros sin bozal, y actos de tortura hacia los detenidos durante su traslado al Ministerio Público.
Más tarde, a las 13:25 p.m., otros tres indígenas, Sergio Chino Ramírez, Johan Jairo Islas González y Cecilia Valentín González, fueron arrestados junto con Cristian Jesús Pérez Romero, defensor de derechos humanos del Colectivo Comida No Bombas Querétaro, y la estudiante universitaria Odanny Guadalupe Soto Esguerra, quien documentaba los eventos. Los detenidos exigían la liberación de sus compañeros.
Exigencias del Comité Cerezo México
El Comité Cerezo México, representado por su coordinador Francisco Cerezo Contreras, ha solicitado al gobierno mexicano garantizar la seguridad e integridad de los detenidos y tomar medidas para evitar la tortura. También exige una investigación sobre los responsables de las detenciones arbitrarias, instando a que las acciones gubernamentales se ajusten a los compromisos internacionales de derechos humanos.
Asimismo, han pedido a los organismos nacionales e internacionales de protección de derechos humanos que expresen su preocupación al gobierno mexicano y soliciten una respuesta a las demandas planteadas.
Reacción de la ONU
La Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos manifestó estar al tanto de las detenciones en Querétaro y emitió un comunicado en el que declaró: “Tenemos conocimiento de la detención de al menos nueve personas hoy en #Querétaro, entre ellas personas indígenas, manifestantes y observadores de #DDHH. Desde la ONU-DH estamos monitoreando la situación para asegurar que se respeten sus derechos y libertades fundamentales.”
La situación sigue en desarrollo, mientras se esperan respuestas de las autoridades locales y nacionales frente a las demandas del Comité Cerezo y de otros organismos de derechos humanos.
