En una jornada marcada por la tensión, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y el senador del PRI, Alejandro Moreno, protagonizaron un acalorado enfrentamiento en la Cámara Alta. La confrontación se desató cuando Moreno, visiblemente alterado, subió a la tribuna para reclamar que no se le había otorgado la palabra, desencadenando un intercambio de recriminaciones y gestos de desprecio que culminaron en un llamado al respeto mutuo.
La Cámara Alta vivió un momento de tensión este martes cuando el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y el senador del PRI, Alejandro Moreno, protagonizaron una acalorada confrontación.
El incidente ocurrió tras la declaración de Noroña sobre la constitucionalidad de la reforma en materia de inimpugnabilidad de las modificaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, visiblemente alterado, subió a la tribuna para reclamar que no se le había otorgado la palabra.
Con un gesto de indignación, el priista comenzó a señalar a Noroña a escasos centímetros de distancia, lo que desató la reacción del presidente del Senado. “Senador Alejandro Moreno vaya a su curul y dígame desde su curul, dígame desde su curul lo que… ¡no me ponga el dedo encima! ¡no me ponga el dedo encima! ¡no me ponga el dedo a mí!», dijo Noroña. «¡a mi no me grites!» le respondió Alito quien continuó manifestando su desacuerdo. «¡Respeto a la presidencia!”, exclamó Noroña.
Un grupo de senadores de Morena subió para encapsular al presidente de la Mesa Directiva y tratar de calmar a Alito Moreno.
Finalmente, Moreno decidió regresar a su escaño, mientras que Noroña, al concluir el altercado, expresó: “Todas las senadoras y senadores me merecen respeto, pero bajo ninguna circunstancia voy a tolerar que alguien me ponga un dedo encima, porque puedo. Yo no los toqué y los senadores reaccionaron ante la agresión a mi persona. Hubo una agresión”.
