Un estruendo en la colonia San Pedro Xalpa desató confusión y movilizó a los bomberos, pero la causa resultó ser inesperada: un microsismo. Entre la noche del lunes y la madrugada del martes, al menos cinco movimientos telúricos de baja magnitud sacudieron discretamente a la Ciudad de México, sorprendiendo a los habitantes de Azcapotzalco y Álvaro Obregón.
Entre la noche del lunes y la madrugada del martes, una serie de microsismos sorprendió a los capitalinos, particularmente en las alcaldías Azcapotzalco y Álvaro Obregón, en la Ciudad de México. Aunque estos movimientos telúricos de baja magnitud no causaron daños, uno de ellos desató una peculiar alarma entre los habitantes de la colonia San Pedro Xalpa, quienes reportaron un fuerte estruendo que inicialmente fue atribuido a una explosión.
El Heroico Cuerpo de Bomberos se movilizó tras los llamados vecinales en Azcapotzalco. Sin embargo, luego de una revisión exhaustiva, descartaron la presencia de cualquier explosivo o incidente relacionado. La conclusión, anunciada este martes, arrojó un resultado inesperado: el sonido que inquietó a la colonia no fue otra cosa que el efecto del microsismo.
El “mapa” de los microsismos
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró al menos cinco movimientos en la capital en menos de 12 horas:
¿Qué generó el estruendo?
En San Pedro Xalpa, el sonido atribuido inicialmente a una explosión terminó por ser uno de los efectos más notorios de los microsismos de Azcapotzalco. Aunque los movimientos telúricos suelen pasar desapercibidos en una ciudad acostumbrada a fenómenos sísmicos mayores, este caso llamó la atención por el ruido que acompañó al evento.
El SSN confirmó que todos los sismos reportados en la madrugada y la mañana fueron de muy baja magnitud, sin generar daños ni afectaciones a estructuras. Sin embargo, su impacto “acústico” puso a más de un capitalino a especular sobre posibles causas fuera de lo común.
El lado curioso de los microsismos
La Ciudad de México es conocida por su suelo lacustre, lo que hace que incluso los movimientos más leves puedan generar efectos amplificados. Sin embargo, no es común que un microsismo provoque un estruendo tan notorio como el reportado en Azcapotzalco. Este fenómeno recuerda que, aunque pequeños, estos movimientos son capaces de generar episodios tan curiosos como desconcertantes.
Para tranquilidad de los habitantes, las autoridades descartaron riesgos mayores. Pero el estruendo del lunes por la noche quedará en la memoria como un recordatorio de que, en la Ciudad de México, la tierra tiene su propio y peculiar lenguaje.
