Una joven fue salvada de un intento de secuestro en Tequisquiapan, gracias a la rápida intervención de una policía estatal que estaba de descanso y la solidaridad de automovilistas que cerraron el paso al taxi en el que viajaba la joven. Los hechos, captados por una conductora que circulaba por la carretera Estatal 120, desataron una persecución que terminó con la detención del taxista, quien fue entregado a la policía municipal y puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado.
Sobre la carretera Estatal 120, la vía que conecta Tequisquiapan con San Juan del Río, una joven tomó un taxi de sitio con rumbo a su destino en Tequisquiapan, pero pronto se dio cuenta de que algo no estaba bien. El conductor, en lugar de seguir el camino habitual, giró en dirección contraria, tomando rutas desconocidas. A los pocos minutos, la joven sintió la incomodidad que desencadenaría su peor temor: el hombre no planeaba llevarla a su destino. Intentó pedirle que la dejara bajar, pero el taxista se negó. La situación se torn tensa, y la joven, desesperada, intentó saltar del vehículo en movimiento. Fue en ese instante cuando comenzó el forcejeo entre ambos.
Mientras el incidente se desarrollaba en la carretera, una conductora que transitaba por la zona, al percatarse de lo que sucedía, sacó su teléfono móvil y comenzó a grabar. De inmediato, un elemento de la policía estatal, quien se encontraba de descanso y circulaba por la misma carretera, observó la escena. Sin dudarlo, la oficial decidió intervenir, siguiendo el taxi para asistir a la joven.
Cuando el vehículo llegó a la altura de la comunidad de San Nicolás, un grupo de automovilistas, alertados por la situación, decidió actuar. De forma decidida, cerraron el paso al taxi, logrando encajonarlo. Fue en ese momento cuando el conductor, al verse acorralado, intentó huir a pie, pero no avanzó más de unos metros antes de ser detenido por los pobladores que, alertados por la joven y la policía, no tardaron en hacer justicia por su propia mano.
Los pobladores, con firmeza, entregaron al taxista a los elementos de la Policía Municipal de Tequisquiapan, quienes se encargaron de ponerlo a disposición de la Fiscalía General de Querétaro. En ese punto, su situación legal quedaría en manos de las autoridades competentes.
La joven, con el rescate ya consumado, narró su experiencia a la policía. Explicó que había tomado el taxi con la esperanza de llegar a Tequisquiapan, pero lo que comenzó como un viaje común, terminó convirtiéndose en una experiencia aterradora. Su valentía al resistirse y su capacidad de mantener la calma en una situación tan angustiante, fueron fundamentales para que, gracias a la intervención de la policía y la solidaridad de los automovilistas, lograra salvar su vida.
