Episiotomía: «El corte limpio» que realizan a las mujeres en el parto y que genera controversia

Episiotomía: «El corte limpio» que realizan a las mujeres en el parto y que genera controversia

La episiotomía, un procedimiento quirúrgico comúnmente realizado durante el parto, ha generado controversia en los últimos años. Mientras que en el pasado se consideraba una técnica necesaria para facilitar el nacimiento, hoy se debate su uso rutinario, debido a los riesgos y complicaciones que puede ocasionar.

La episiotomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en hacer una incisión en la pared vaginal y el perineo —la zona entre los muslos que va desde la abertura vaginal hasta el ano— para ampliar la salida vaginal y facilitar el parto. Aunque alguna vez se consideró una práctica estándar en el parto vaginal, su uso ha disminuido en los últimos años debido a las críticas y la evidencia que cuestiona su efectividad.

¿Por qué se realiza una episiotomía?

La episiotomía se realiza cuando el orificio vaginal no se dilata lo suficiente para permitir la salida del feto, especialmente cuando la cabeza del bebé está completamente visible. En estos casos, el médico puede optar por realizar una incisión para facilitar el paso del bebé y evitar complicaciones como el atrapamiento de los hombros o una distocia. También se puede recurrir a la episiotomía en situaciones como el parto con fórceps, un bebé grande o prematuro, o en caso de fatiga fetal, entre otras condiciones.

Existen dos tipos principales de episiotomía:

  1. De línea media o mediana: una incisión vertical hacia el recto, que puede sanar bien pero con el riesgo de extenderse hacia el área rectal, causando desgarros graves.
  2. Mediolateral: una incisión que se realiza en un ángulo hacia uno de los lados de la vagina, lo que reduce el riesgo de desgarro hacia el recto pero conlleva mayor pérdida de sangre y una posible cicatrización deficiente.

Críticas y debates sobre la episiotomía

El uso de la episiotomía ha sido ampliamente debatido, especialmente entre grupos feministas y organizaciones que abogan por un parto menos intervenido. Uno de los principales argumentos en contra es que este procedimiento, lejos de prevenir desgarros graves, puede, en muchos casos, provocar lesiones mayores. A pesar de la evidencia científica que cuestiona su efectividad, la episiotomía se sigue realizando rutinariamente en algunos hospitales, especialmente en primíparas, mujeres que dan a luz por primera vez.

Organizaciones como El Parto es Nuestro en España critican la práctica de la episiotomía de rutina, alegando que muchas veces se realiza sin una necesidad médica clara, lo que puede causar daños innecesarios. Según la organización, la creencia popular de que «un corte limpio» previene los desgarros profundos ha sido desmentida en numerosos estudios. De hecho, algunos desgarros severos en el perineo son extensiones de la episiotomía, lo que demuestra que la incisión inicial puede ser contraproducente.

Beneficios del parto natural y alternativas a la episiotomía

En contraposición a la episiotomía, se argumenta que permitir que el cuerpo de la madre se estire de manera natural durante el parto puede ser mucho más efectivo y menos traumático. La postura en que la mujer se encuentre durante el trabajo de parto juega un papel crucial en la prevención de desgarros. Al permitir que la madre se mueva libremente, el perineo puede dilatarse de manera más natural y menos forzada, lo que reduce las probabilidades de una episiotomía o un desgarro importante.

En países como los Países Bajos, las tasas de episiotomía son mucho más bajas, alcanzando solo un 8% en algunos casos. Esto se debe, en parte, a una mayor aceptación de partos menos intervenidos, donde las mujeres tienen más control sobre su posición y el ritmo del parto.

El proceso de la episiotomía

En los casos donde se decide realizar una episiotomía, el procedimiento se lleva a cabo durante la segunda etapa del trabajo de parto, cuando la cabeza del bebé está visible. Se administra anestesia local o, si la madre tiene anestesia epidural, no será necesario un adormecimiento adicional. Después de la incisión, el bebé es expulsado y la placenta se expulsa en una etapa posterior. Finalmente, el médico sutura la incisión, utilizando puntos que se disolverán con el tiempo.

Riesgos y recuperación

Como cualquier intervención quirúrgica, la episiotomía conlleva riesgos. Las complicaciones pueden incluir sangrado, infecciones, hematomas perineales y dolor durante las relaciones sexuales. Además, en algunos casos, la incisión puede desatarse o extenderse hacia el recto, lo que genera complicaciones adicionales.

La recuperación tras una episiotomía puede ser dolorosa. Las madres pueden experimentar dolor en el área afectada durante los primeros días y semanas después del parto. El uso de bolsas de hielo, baños de asiento y cremas anestésicas recetadas puede ayudar a aliviar el dolor y acelerar la curación. Sin embargo, es importante que las mujeres sigan las recomendaciones médicas para evitar infecciones y otros problemas relacionados con la incisión.

La episiotomía, aunque en algunos casos puede ser necesaria, es un procedimiento que debe realizarse solo cuando esté claramente indicado. La evidencia científica respalda que el uso de la episiotomía de rutina no es efectivo para prevenir desgarros graves y puede, en algunos casos, causar más daño. Las mujeres deben estar informadas sobre las alternativas disponibles y discutir con sus médicos las mejores opciones para su parto, favoreciendo, siempre que sea posible, un enfoque menos intervenido y más natural.

El futuro del parto debe centrarse en el respeto por el cuerpo de la madre y el bebé, promoviendo un entorno de parto que minimice las intervenciones y maximice las opciones de parto saludable y seguro.

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