Los Cascos Blancos de Siria han anunciado este lunes la conclusión de las operaciones de búsqueda de posibles detenidos que aún pudieran encontrarse en celdas secretas y sótanos ocultos dentro de la tristemente célebre prisión de Sednaya, ubicada al norte de Damasco. A pesar de una exhaustiva inspección, no se han encontrado nuevas áreas ocultas o no descubiertas dentro de la prisión, que en el pasado albergó a miles de personas detenidas bajo el régimen de Bashar al Assad.
Durante la misión, los equipos de rescate, que incluyeron unidades K9 (perros policiales adiestrados), llevaron a cabo un análisis detallado de todas las instalaciones de la prisión, inspeccionando celdas, sótanos, conductos de ventilación, sistemas de alcantarillado, tuberías de agua, cableado eléctrico y cámaras de vigilancia. A pesar de los esfuerzos, no se detectaron áreas selladas o lugares ocultos.
La prisión de Sednaya, conocida por su historial de tortura y abusos, se convirtió en uno de los lugares más infames de Siria durante la guerra civil. La Defensa Civil Siria, conocida como los Cascos Blancos, había llegado a la prisión días atrás, buscando celdas subterráneas ocultas donde se creía que podrían encontrarse más prisioneros. La misión tuvo lugar después de que los insurgentes declararan la ciudad de Damasco «libre» y el presidente Bashar al Assad huyera a Moscú.
El jefe de los Cascos Blancos, Raed al Saleh, declaró que la operación se había realizado con la ayuda de personas familiarizadas con la disposición de la prisión. A pesar de la incertidumbre sobre el paradero de los detenidos y las denuncias de desapariciones forzadas, no se encontró evidencia de prisioneros adicionales ni de instalaciones no exploradas.
La búsqueda en Sednaya se vio empañada por los testimonios de las familias de los desaparecidos, quienes afirmaron que algunos detenidos podrían no haber podido salir durante los últimos días debido a su reclusión en áreas cerradas o protegidas dentro de la prisión. Estos testimonios, aunque desgarradores, no pudieron ser confirmados por los rescatistas.
Los Cascos Blancos expresaron su solidaridad con las familias de las víctimas y llamaron a la prudencia frente a los rumores y desinformación que circulan en las redes sociales sobre las cárceles en Siria. Asimismo, instaron a las autoridades locales y organizaciones internacionales a colaborar en los esfuerzos por esclarecer el paradero de las personas desaparecidas y apoyar las iniciativas de justicia transicional en el país.
La Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria también ha subrayado la importancia de garantizar el acceso a lugares de detención y la protección de pruebas para avanzar en el esclarecimiento de la verdad y la búsqueda de justicia.