El ataque se registró alrededor de las 10:39 de la mañana en el centro Esperanza y Fe, ubicado en la calle Potrero de Corpus, esquina Potrero de Gallegos. Testigos indicaron que un grupo de sicarios armados con rifles de alto poder irrumpieron en las instalaciones del centro, disparando contra los internos antes de huir a bordo de motocicletas y una camioneta.
De acuerdo con la agrupación de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB), el ataque en el centro de rehabilitación es uno de los más de 20 ocurridos el año pasado en Guanajuato, un fenómeno de violencia creciente en estos centros. En lo que va de 2024, más de 90 personas han perdido la vida en anexos a nivel nacional.
Paramédicos de Cruz Roja y Protección Civil acudieron al lugar para brindar atención a los heridos, quienes fueron trasladados a un hospital cercano en condiciones estables. Las víctimas fatales aún no han sido identificadas, pero se sabe que uno de los muertos tenía aproximadamente 30 años, de tez morena y complexión delgada, mientras que el otro tenía 25 años y medía 1.65 metros de estatura. Ambos portaban ropa distintiva.
Elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Policía Estatal y municipal llegaron al lugar para acordonar la zona y proteger el área hasta la llegada de los peritos de la Fiscalía General del Estado. Los expertos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) iniciaron las investigaciones para determinar el móvil del ataque y la identidad de los responsables.
Este nuevo ataque se suma a una serie de episodios de violencia en centros de rehabilitación en la entidad, donde el más grave hasta la fecha ocurrió en Irapuato en 2020, cuando un grupo armado asesinó a 24 internos. En ese caso, los responsables fueron detenidos y sentenciados a más de 700 años de prisión.
Hasta el momento, las autoridades mantienen un hermetismo en torno a los detalles del caso, y se espera que en las próximas horas se den a conocer más datos sobre las víctimas y los avances en las investigaciones.
Con información de am.