En el 2019, la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó a Emilio Ricardo Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) para ejercer cargos públicos durante 10 años. El Tribunal Federal de Justicia Administrativa resolvió que esta sanción estaba apegada a la Ley. Sin embargo, a las autoridades les tomó dos años para poder judicializar el caso y que un juez de control girara la orden de aprehensión en contra del exfuncionario.
Cuando Lozoya llegó al cargo de director general de Pemex ya tenía una trayectoria en cargos de alto nivel y había amasado un capital importante. En la declaración patrimonial que presentó cuando asumió el cargo de directivo en la petrolera, informó que sus ingresos mensuales ascendieron en ese año a 722 mil pesos de los cuales, 148 mil pesos se desprendieron de actividades financieras y 390 mil pesos de actividades industriales o comerciales, el resto a sus honorarios como servidor público.
Lozoya declaró haber sido fundador de la empresa JFH, S.A. que de acuerdo con una investigación realizada por Proceso, fue parte de una sociedad que cambió de razón social tres veces y con la que habría realizado operaciones millonarias en Luxemburgo.
Lozoya Austin también declaró haberse desempeñado entre 1999 y 2012 en cuatro cargos del sector público y privado. Fue directivo en el Banco de México, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Foro Económico Mundial.
En el 2012 fue parte del equipo de transición de Enrique Peña Nieto, expresidente de México, proceso en el que se desempeñó como coordinador de asuntos internacionales.
En la primera declaración que presentó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Lozoya reportó ser propietario de una finca con una superficie de mil 165 metros cuadrados y con un valor de 38 millones 175 mil pesos. El exfuncionario tenía entonces 39 años de edad.
Entre sus posesiones indicó que había heredado un cuadro de Picasso valuado en el 2008 en 500 mil dólares y había adquirido una colección de obras de arte con un valor de 300 mil dólares, además de un cuadro de Salvador Dalí con un valor estimado de 50 mil dólares,y cuatro cuadros del pintor Luis Zarate valuados en 400 mil dólares.
En 2013, Lozoya también declaró una colección de cuatro relojes de las marcas Patek Philippe y un Frank Muller que en total sumaron 200 mil dólares. En el mercado actual, los relojes de esta marca rebasan costos por más de 2 millones de pesos.
El chihuahuense también declaró ser titular de 7 cuentas bancarias en dólares, francos suizos y euros, además de un fondo de inversión. Entre los saldos de estas cuentas bancarias destacó una por un millón 615 mil euros y otra por 20 mil 744 dólares.
En la última declaración de Emilio Lozoya con fecha del 2016, en que finalizó sus funciones al frente de Pemex, decidió no hacer públicos sus datos patrimoniales.