Uno de los principales argumentos en contra del sospechoso es que adquirió el arma con la que se realizó el ataque.
Keechant Sewell, comisionada de Nueva York confirmó el arresto de un sospechoso del tiroteo que ocurrió este martes en el Metro de Brooklyn, y que dejó como saldo 16 personas lesionadas, 10 de ellos por arma de fuego. Frank Robert James, de 62 años de edad fue arrestado esta mañana en el vecindario de East Village de Manhattan a un día de que se llevó a cabo el ataque.
Frank James,sospechoso del tiroteo en el Subway de Brooklin,fue arrestado hoy en East Village en manhattan pic.twitter.com/MLw1GUwP7h
— Radhames gutierrez (@radhames207) April 13, 2022
La policía de Nueva York había ofrecido una recompensa de 50 mil dólares por quien tuviese información que diera con su paradero. De acuerdo con la cédula de identificación que distribuyó la policía, el sospechoso tendría puntos de conexión en Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Wisconsin y Ohio.
Frank Robert James had nowhere else to run or hide — and is now in NYPD custody. The work of our detectives is second to none and the dedication of our patrol officers is never ending. pic.twitter.com/uOXliUvoJ7
— Commissioner Sewell (@NYPDPC) April 13, 2022
La mañana de este martes, el sospecho ingresó a un vagón del Metro de Brooklyn donde activó una bomba de humo, y una vez que se perdió la visibilidad, accionó un arma en contra de los pasajeros. Las autoridades no han precisado el número exacto de víctimas, sin embargo, contabilizan 10 personas que resultaron con heridas de bala, y otras más por inhalación de humo y lesiones. Tras el ataque, los pasajeros intentaron huir para ponerse a salvo y se generó una escena de caos en la estación.
Las autoridades solicitaron la cooperación de la ciudadanía para dar con el sospechoso del crimen, quien de acuerdo a testigos, portaba un chaleco de trabajo y una máscara antigas. A través de las redes sociales han circulado imágenes del momento de la detención del sospechoso.
De acuerdo con la CNN, la captura de James tuvo lugar después de que llamara a Crimestopers, un programa comunitario que ayuda a las personas a proporcionar información anónima sobre actividad delictiva. Uno de los principales argumentos en contra del sospechoso es que adquirió el arma con la que se realizó el ataque.