El papa Francisco reconoció que la iglesia Católica fue la responsable de la creación de fosas clandestinas, en las que fueron sepultados miles de niños sin identificar, producto del maltrato infantil al que fueron sometidos dentro de los internados.
El papa Francisco, pidió disculpas a los pueblos originarios de Canadá por la violencia que la Iglesia Católica perpetró en contra de miles de niños y niñas, que fueron separados de sus familias y recluidos de manera forzosa en internados para indígenas durante los siglos XIXI y XX.
«Por la deplorable conducta de los miembros de la iglesia católica, pido perdón a dios, y quiero decirles de corazón: lo siento. Y me uno a mis hermanos de Canadá para pedirlas disculpas. Es evidente que no se pueden transmitir los contenidos de la fe de un modo ajeno a la misma fe […] es terrible cuando precisamente en nombre de la fe, se rinde un contratestimonio al evangelio», expresó el papa Francisco frente a los representantes de los pueblos indígenas de Canadá y América.
La solicitud de perdón fue pronunciada por el sumo pontífice durante una audiencia que sostuvo con delegaciones de 32 pueblos autóctonos de Canadá. En el evento, el jefe de Estado del Vaticano reconoció que la iglesia católica desvirtuó argumentos de su fe y se justificó en la colonización para violentar a menores de edad y llevar a cabo un genocidio cultural entre la población indígena de Canadá.
«El desarraigo en la cadena que transmitía conocimiento y estilos de vida en unión con la tierra se rompió con la colonización que sin respeto arrancó a muchos de ustedes des su entorno vital, e intentó conformarlos con otra mentalidad. Así, su identidad y su cultura han sido heridas, muchas familias han sido separadas, muchos niños se han convertido en víctimas de esta acción homologadora sustentada en la idead de que el progreso se hace por colonización ideológica, según programas planificados y no respetando la vida de los pueblos», admitió el sumo pontífice.
El papa Francisco reconoció que la iglesia Católica fue la responsable de la creación de fosas clandestinas, en las que fueron sepultados miles de niños sin identificar, producto del maltrato infantil al que fueron sometidos dentro de los internados.
Entre el siglo XIX y la década de 1980, la iglesia Católica puso en operación 139 internados en los que recluyó de manera forzosa, aproximadamente a 150 mil niños y niñas indígenas canadienses, donde se les impusieron costumbres occidentales. Las autoridades locales calculan que debido al maltrato infantil, murieron en estos centros, entre 4 y 6 mil niños y niñas. Las causas fueron violencia, desnutrición y en algunos casos abuso sexual.
En los últimos meses se han encontrado más de mil 300 tumbas de menores de edad en las inmediaciones de los centros y las búsquedas aun continúan. Debido a la indignación que ha causado este caso, se han llevado a cabo protestas en Canadá, que han derivado en la quema y vandalismo de iglesias.