Una pandemia y una guerra surgidas a miles de kilómetros afectaron a todo el mundo, pero sobretodo a los países con economías emergentes, como es el caso de América Latina (AL). Debido a estas crisis, la inflación se proyectó en la región como no había ocurrido en los últimos 15 años. La situación adversa afecta sobretodo a los más pobres, quienes absorben en mayor medida las consecuencias económicas del conflicto en Ucrania. De acuerdo con el FMI, si la situación global continúa, la inflación podría aumentar 1.1 por ciento en países de AL, entre ellos México.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa a México como uno de los países afectados por una cadena de inflaciones que se precipitó entre el 2020 y el 2022. El organismo señaló que la región experimenta los niveles más elevados de inflación de los últimos 15 años. En 2022, el incremento de los precios se ha visto afectado sobretodo por las consecuencias que dejó la pandemia y la guerra en Ucrania.
Durante el 2021, en el grupo conocido como AL-5 -conformado por Brasil, Chile, Colombia, México y Perú– la inflación se detonó por el aumento de los precios en los alimentos y la energía. Sin embargo, se intensificó todavía más debido a la inercia de la política monetaria y las prácticas de indexación salarial, es decir, cuando los empleadores ajustan los contratos de manera automática con la inflación. Otro de los factores que complicó el panorama económico en estos países fue la fuerte recuperación de la demanda de bienes y servicios.
CONFLICTO EN UCRANIA REPERCUTIÓ EN AL
El FMI mostró preocupación por las consecuencias que genera la guerra en Ucrania en los países del AL-5, entre ellos México, debido a que tarde o temprano el descontrol de los precios del petróleo afectará a la región. De acuerdo con las estimaciones del organismo, la inflación podría aumentar .2 puntos porcentuales a causa del alza en los hidrocarburos, y en .9 puntos porcentuales, si se incrementa el costo a nivel mundial de los alimentos, una combinación de ambos causaría un incremento de 1.1 por ciento en la inflación.
«La guerra en Ucrania supone un nuevo shock inflacionario para la región. Nuestras estimaciones indican que un incremento de los precios internacionales del petróleo de 10 puntos porcentuales provocaría un aumento de la inflación de 0,2 puntos porcentuales en AL-5, mientras que un incremento de los precios mundiales de los alimentos de 10 puntos porcentuales se traduciría en un aumento de la inflación de 0,9 puntos porcentuales. Un shock combinado de los precios del petróleo y los alimentos de 10 puntos porcentuales elevaría la inflación en 1,1 puntos porcentuales», estimó el FMI.
El organismo internacional consideró que la presión inflacionaria puede sostenerse en los países del AL-5 a causa de la indexación y las indicaciones tempranas de recuperación del mercado laboral. Además, la inercia global que ha impactado en el precio de las materias primas, ha afectado más a los países de AL-5, que a las economías avanzadas, como Estados Unidos, aun cuando se han mantenido al margen del conflicto armado en Ucrania.
LOS MÁS POBRES SON LOS MÁS AFECTADOS
Según el FMI, la inflación en países como México también es regresiva, se decir, los sectores más empobrecidos son los más afectados; los cuales ya habían absorbido el mayor impacto de las afectaciones que causó la pandemia. Según datos del FMI, el indicador comenzó a extrapolarse a partir de abril del 2021, en que la inflación sobre los productos de la canasta de consumo básico comenzó a afectar en mayor medida a las personas con menor capacidad de consumo.
«En una región que históricamente registra niveles de desigualdad elevados, la erosión del ingreso real provocada por la escalada de los precios de los alimentos y la energía no hará sino aumentar las tensiones económicas que enfrentan los hogares vulnerables de la región», observó el organismo.
Durante los primeros meses de la pandemia, los estímulos fiscales impulsaron la demanda de bienes. Sin embargo, la inflación subyacente -aquella reflejada en el índice de precios cuando no se consideran los productos energéticos ni alimenticios- también evolucionó en la misma dirección.
En el mismo periodo, la política monetaria se expandió sin precedentes. Los bancos centrales revirtieron su orientación cuando la inflación comenzó a aumentar, esto ocasionó que las tasas de interés se incrementaran más de lo previsto. Los esfuerzos de los bancos centrales para controlar la inflación, han mantenido las expectativas inflacionarias a largo plazo.
