Una cadena de problemáticas ocasionó el desabasto de combustible en Argentina. Paros técnicos, aumento de tarifas, adeudo a proveedores extranjeros, especulación de los consumidores tras las elecciones y aumento de demanda, han ocasionado largas filas en las gasolineras del territorio argentino, donde las provincias más alejadas han sido las más afectadas.
Los conductores argentinos se enfrentan a largas filas en las gasolineras de todo el país debido a la escasez de nafta y gasoil, mientras que 3 buques petroleros se quedaron varados en Río de la Plata debido a que el país no contaba con liquidez para pagar en dólares los cargamentos de gasolina que importan para garantizar el suministro.
Este viernes, la secretaria de Energía, Flavia Royón sostuvo una reunión con ejecutivos de las operadoras de combustible del país, entre ellos Pablo González, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Martín Urdapilleta, presidente de Trafigura, Marcos Bulgheroni, presidente Pan American Energy Group (PAEG) y Andrés Cavallari, presidente de Raízen-Shell.
En la reunión, el Gobierno argentino autorizó habilitar dólares para pagar a proveedores extranjeros y permitir el ingreso no solo de 3, sino de 10 buques petroleros para paliar la crisis de combustible que afecta al país desde el fin de semana, en que se llevó a cabo la Primera vuelta electoral para elegir al presidente de la república.
De acuerdo con El Clarin, la escasez se originó con la parada técnica de refinerías. La Secretaría de Energía espera que las refinerías aumenten su capacidad de producción y generen suficiente combustible para superar el desabasto en un plazo de 10 días.
La dependencia explicó que la crisis se generó a raíz de un incremento de la demanda que rebasó en un 15 por ciento el consumo del 2022 y que se magnificó todavía más durante el fin de semana. La situación se agravó con el incremento de la demanda en el sector agrario. Sin embargo, el problema estalló debido especulación surgida en la antesala de la jornada electoral, en que los automovilistas estimaron que el precio del combustible se incrementaría y se apresuraron a llenar sus tanques.
Desde principios de octubre YPF había disminuido los precios de sus gasolinas y había garantizado que se mantendrían sin cambios hasta el 31 de octubre. Sin embargo, durante la jornada electoral creció la especulación de que habría una devaluación de la moneda y por consiguiente un alza irremediable de precios, por lo que los conductores se apresuraron a llenar sus tanques. Finalmente, el ajuste de precios sí ocurrió. Después de que YPF aumentó sus tarifas en un 3 por ciento, el resto de compañías petroleras hicieron un ajusto proporcional.
La situación afectó a las acciones de YPF, que la tarde de este viernes operaron a la baja con pérdidas del 3.89 por ciento a las 14:00 horas.