El abogado de los padres de los normalistas de Ayotzinapa relató a La Jornada que el 7 de marzo no solo fue asesinado el estudiante Yanqui Kothan, otros tres normalistas también fueron torturados.
A raíz del asesinato del estudiante, varios funcionarios de Guerrero fueron separados de sus cargos y la investigación ya fue atraída por la FGR, pero según el abogado no han iniciado ninguna investigación por el delito de tortura.
El abogado defensor del colectivo de padres y madres de Ayotzinapa, Vidulfo Rosales, denunció en entrevista con La Jornada que la noche del 7 de marzo, no solo fue asesinado el normalista Yanqui Kothan Gómez Peralta, otros tres estudiantes habrían sido detenidos, torturados y amenazados por elementos de la policía estatal, sin que se investigue el incidente.
La versión de Rosales se contrapone a la de las autoridades estatales al señalar que los jóvenes no fueron detenidos durante un retén carretero sobre la carretera a Tixtla de Guerrero, donde ocurrió la agresión, sino que habrían sido interceptados por los agentes de manera arbitraria.
El pasado 7 de marzo, un grupo de cuatro estudiantes de Ayotzinapa viajaba sobre la carretera a Tixtla de Guerrero cuando fueron agredidos por policías estatales, quienes dispararon contra el normalista Yanqui Kothan, de 23 años de edad, quien perdió la vida. El incidente fue manejado con hermetismo por las autoridades de Guerrero. Sin embargo, el 12 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que uno de los policías sospechosos del homicidio se había dado a la fuga.
La Fiscalía General de Guerrero publicó un comunicado en el que rechazó la versión de que el elemento estatal se encontrara bajo su custodia en el momento en que se dio a la fuga.
SALIDA DE FUNCIONARIOS
Tras el incidente en el que fue asesinado Yanqui Kothan, varios funcionarios del Gobierno de Guerrero fueron separados de sus cargos. El 14 de marzo, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, confirmó la renuncia de Ludwig Marcial Reynoso, quien se desempeñaba como secretario de Gobierno y de Rolando Solano Rivera, que fue titular de la Secretaría de Seguridad. Ese mismo día esperaba la renuncia de la entonces fiscal General del Estado, Sandra Luz Valdovinos, quien se rehusó a entregar su renuncia hasta que no concluyera el proceso administrativo. El 19 de marzo, el Congreso local la destituyó a solicitud de la gobernadora.
Debido a que la exfiscal se negó a entregar su renuncia, la mandataria estatal se vio forzada a enviar un oficio al Cámara de Diputados del estado para solicitar su destitución. En el documento precisó que la exfuncionaria había «violentado la paz del Estado» y había circunstancias que afectaron su credibilidad. La ola de renuncias fue vinculada públicamente con el homicidio del estudiante y las irregularidades que se presentaron en el caso. Sin embargo, la gobernadora no indicó los motivos oficiales de la separación de los funcionarios.
El 20 de marzo, Gabriel Alejandro Hernández Mendoza, quien había sido nombrado encargado despacho de la Fiscalía de Guerrero presentó su renuncia. El fiscal provisional permaneció solo cinco días en el cargo debido a que no cumplió con el requisito de edad, al no tener los 30 años cumplidos.
TORTURA SIN INVESTIGACIÓN
El abogado Vidulfo Rosales indicó que el 20 de marzo, la Fiscalía General de la República (FGR) atrajo la investigación del asesinato de Yanqui Kothan. Sin embargo, la fiscalía solo reconoció violaciones a los derechos humanos en el caso del estudiante asesinado y de otros dos estudiantes por parte de elementos de la Policía Estatal, pero no consignó que indagara casos de presunta tortura, detención ilegal o desaparición forzada de los estudiantes.
Rosales dijo tener información de los casos de tortura. Según su versión, el normalista de nombre Osiel fue detenido de manera irregular por 10 horas y después puesto a disposición de la Fiscalía estatal. Otros dos estudiantes, uno de ellos identificado como Arenita y el otro sin identificar, fueron detenidos por un periodo de entre tres y cuatro horas. Los tres habrían sido golpeados e intimidados.
Según el abogado, la agresión ocurrió sin que existiera un retén policíaco, ni arco de revisión, y rechazó la versión de que se suscitara un enfrentamiento en el que los normalistas se encontraran armados. Asimismo, indicó que los policías estatales habrían intentado «sembrarles» armas y droga y generar un parte informativo falso para implicarlos en varios delitos.
Los policías estatales informaron que Yanqui Kothan portaba un arma corta y su compañero Arenita un arma larga. Sin embargo, el revólver que entregaron no tenía casquillos. Tampoco se encontraron fragmentos de balas en el lugar donde ocurrieron los hechos y no se pudo comprobar que el arma que entregaron hubiese sido disparada.
Una vez que ocurren los disparos que causaron la muerte de Yanqui Kothan, Osiel fue detenido y trasladado tirado en el piso de un vehículo, con los ojos vendados y siendo amenazado. En el trayecto, el estudiante fue golpeado en varias ocasiones y llevado a varias oficiales. Le pedían que diera información acerca de la ubicación de unas armas y droga. Le preguntaban que si iba armado y que si había disparado. Trataban de forzarlo a declararse culpable, señaló el abogado.
Arenita intentó escapar y pide ayuda a sus compañeros, pero fueron detenidos por militares en El Tomatal. Los militares interrogaron a Arenita, lo golpearon y después lo entregaron a policías estatales junto a uno de sus compañeros que acudió a ayudarlo. Se los llevan en diferentes vehículos. Después de varias horas en las que fueron golpeados, les tomaron video y los liberaron con la amenaza de que dijeran que se encontraban ilesos. Osiel fue imputado por el robo de una camioneta.
Los policías de Guerrero, Sigifredo «N» y Francisco «N», fueron arrestados y enfrentaron una audiencia este martes 19 de marzo. Ambos agentes enfrentan cargos por homicidio calificado y tentativa de homicidio. Un juez federal los vinculó a proceso. Sin embargo, el policía que se dio a la fuga, permanece prófugo.